viernes, 8 de junio de 2018

Sin rehalas no hay monterías


Nos quedamos sin caza social, sin rehalas y sin nuestra montería tradicional si no nos unimos. Hay que actuar ya, salir a las calles cada vez que haya asuntos graves, exponer nuestros problemas y lograr que nos escuchen. ¿A qué estamos esperando?. Me siento solo en esta lucha contra lo que considero una injusticia, ¿no hay más cazadores que opinen como yo?

La caza no es solamente una actividad comercial, no es más cazador el que más piezas consigue o va a las mejores monterías. Estamos equivocando nuestro camino, perdiendo el norte. La caza es mucho más, no es solamente dinero. Es tradición, una manera de vivir y sentir lo que nos gusta.

Sin rehalas no podría existir la montería, son el alma de la misma. 

El problema y grande, que tenemos el colectivo de cazadores es nuestra falta de unión en los asuntos que nos afectan directamente.

Esto es un claro exponente de acoso a una actividad que nuestros gobernantes y los políticos no entienden, ni quieren entender. La caza es una actividad que está considerada por ellos como “políticamente incorrecta”, no les interesa estar en contra de grupos minoritarios anti-caza, que curiosamente están subvencionados por ellos al considerarlos grupos ecologistas.

Y así tenemos que un colectivo que entre todas sus modalidades agrupa a más de un millón y medio (1.500.000) de practicantes está siendo ignorado y atacado por grupos minoritarios que ni entienden, ni quieren entender la caza.

Y el ataque de estos políticos no va dirigido contra el fuerte, ¡¡no¡¡ , se ataca al más débil, al rehalero que pierde dinero todas las temporadas por sacar sus perros al campo, por una afición mamada de sus mayores; al acemilero que un fin de semana intenta sacar un jornal con su bestia sacando reses; al postor sin ingresos que no tiene otro modo de vida, al secretario que con su jornal puede llevar comida a su casa.

¿Qué intereses hay detrás de estas acciones?, no nos engañemos, lo único, el afán recaudatorio sin tener en cuenta la realidad social; ¿Quiénes los asesoran?, gente que como ellos desconocen nuestro mundo de la caza y sus costumbres.

Los problemas surgen, normalmente, en Andalucía, Extremadura y Castilla La Mancha casi exclusivamente, ¿y en el norte de España porqué no se hacen?, la respuesta es fácil, allí las rehalas en muchos casos no cobran. Así que allí no pueden sacar dinero, que es lo único que buscan, sin importarles acabar con las monterías sociales.

Y no tenemos que olvidar los ataques de grupos que se supone son cazadores, pero que no les interesa que nos movamos. Asociaciones de rehalas que cuando les brindamos ayudarlos declinan la invitación, diciendo que les dejemos actuar a ellos; rehalas no comerciales que opinan lo mismo y dicen no sentirse representadas por estas asociaciones. ¿Qué ocurre entonces?, la respuesta es fácil, no van a ayudar al débil, pues nada ganan. Y les interesa dividirnos para que no podamos hacer presión, en el más claro ejemplo de caciquismo que tal bien conocimos en estas tierras del sur; no interesa ayudar al que menos tiene no vayas a perder lo que tu tienes.

Quedarán solamente las rehalas comerciales para montear en cercones y desaparecerán las demás.

Al final todos los grupos políticos, de una u otra forma, se unen en el ataque contra la caza y los cazadores, las recientes leyes de bienestar animal de muchas comunidades autónomas y la cantidad cada día más grande de normativas que limitan la actividad rehalera es una prueba de ello.

Como otros cazadores, gente que normalmente nos gusta meditar nuestras acciones, he dejado pasar un tiempo para ver si esto se solucionaba. Pero no se mueve casi nadie. En mis grupos sociales, blog y publicaciones expuse mis opiniones al respecto, que se resumen rápido, si no nos unimos los cazadores la caza social desaparece y con ella el 90% de las rehalas, monterías sociales y un saber que costó muchos años conseguir.

Grandes rehalas y muy conocidas han tenido que cerrar, lo cual repercute negativamente en las monterías. Muchos no parecen comprender que sin buenas y cuidadas rehalas no existirían las mismas.

Desde mi blog Monteros apelo a los monteros, para que no callen y ayuden a las rehalas. ¿Queremos verdaderas rehalas?, pues si no los apoyamos tendremos próximo el fin de nuestras tradiciones.

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