miércoles, 4 de julio de 2018

Podemos y la Caza (Artículo de Rafael Vila). ¿El fin de la caza social?


Hoy, 4 de julio de 2018 se debate en el Parlamento Andaluz el texto de la Ley de Protección Animal propuesta por Podemos Andalucía.

Tal y como hoy publica la Federación Andaluza de Caza, los más de 200.000 cazadores andaluces se oponen frontalmente al texto y la manera en que está redactada la Ley de Protección Animal propuesta por Podemos Andalucía, que se debate esta tarde en el Parlamento Andaluz y que en la práctica supondría un golpe letal para la actividad cinegética.


No en vano, tal y como ha informado la Federación Andaluza de Caza en los días previos, la aprobación de este texto legal supondría la prohibición de la caza con perros, la Cetrería, la Perdiz con Reclamo, la caza de Acuáticas con cimbeles vivos, la caza para el control poblacional en casos de daños a la agricultura ó enfermedades y el control de predadores.

En resumen, la Ley propuesta por la formación morada no prohíbe expresamente la caza pero contempla una serie de limitaciones y prohibiciones que afectan a la actividad que, al no dejarla fuera del ámbito de aplicación del texto legal, en la práctica supondría el fin de la caza social.

Ante esta situación, la FAC, que a lo largo de las semanas previas al debate de esta tarde ha trasladado la postura del sector cinegético a los grupos parlamentarios andaluces de PSOE, PP y Ciudadanos, recuerda que la caza representa una actividad fundamental para la conservación del medio ambiente andaluz y para la dinamización socioeconómica del mundo rural.

"Esperamos que esta tarde los grupos políticos que dicen apoyar al mundo rural trabajen por una Ley de Protección Animal que no genere desprotección legal y, a corto plazo, el fin de una actividad que se practica en más del 80 por ciento del territorio andaluz" señala José María Mancheño, presidente de la Federación Andaluza de Caza, quien asistirá al debate en el Parlamento Andaluz acompañado por más representantes de la Federación Andaluza de Caza.

Al filo de esta noticia no puedo dejar de volver a publicar el artículo de mi gran amigo, recientemente fallecido, Rafael Vila, sobre el mismo tema, ya que esta formación política lleva desde su creación intentando prohibir la caza.

Aquí os dejo el artículo, espero que os guste:

Unidos Podemos y la Caza

Con fecha 16 de junio del presente año, 2016, la Real Federación Española de Caza (RFEC) emitió el siguiente comunicado: 



Pues bien, francamente preocupado por la gravedad de su contenido y dada mi condición de cazador, montero y amante del campo en general, me he puesto a pensar si de verdad estas formaciones políticas han tenido en cuenta el verdadero alcance de las prohibiciones que pretenden imponer si en las ya muy próximas elecciones llegaran al “poder” y, como sinceramente lo dudo y sin otro afán que el poner objetivamente en su conocimiento que las mismas no sólo van frontalmente en contra de la caza y de los cazadores como pretenden –sobre lo de la tauromaquia ya hablarán quienes están autorizados para hacerlo-, sino que sus efectos afectarían, entre otros y más o menos directamente y con mayor o menor intensidad, a muchísimas personas y colectivos que actualmente viven de ella en este hasta ahora nuestro país, quiero “a bote pronto” y casi sin pensarlo decirles algunas… Así: 

[Nota previa: Pido de antemano perdón por la reiteradísima reiteración de vocablos que siguen, pero sinceramente en esta ocasión más allá de las formas gramaticalmente correctas, considero que el fondo de la cuestión está muy por encima y así lo exige.]

Cazadores, monteros, postores, arrieros, ojeadores, rehaleros, podenqueros y galgueros; propietarios de fincas privadas; guardas de fincas públicas y privadas de caza; cetreros y criadores de aves de altanería; armeros e importadores y exportadores de armas de caza; jornaleros del campo que desarrollan su trabajo eventual o indefinidamente en las fincas cinegéticas en general; sociedades federadas de caza y agrupaciones cinegéticas de todo tipo así como a sus socios; gestores cinegéticos de fincas privadas de caza –suelen ser ingenieros de montes o agrónomos pero eso… ¿qué más da, verdad?-; organizadores de monterías y de jornadas de caza menor en todas sus modalidades y trabajadores que necesitan para efectuarlo; criadores de perros de caza; taxidermistas y fabricantes y trabajadores de productos para taxidermia; propietarios y trabajadores de hoteles, hostales, fondas, casas rurales y bares y restaurantes de todas las poblaciones con tradición cinegética histórica o actual que existen –y son innumerables- en toda nuestra geografía nacional; fabricantes de vehículos todo-terreno y trabajadores de esas fábricas; arrendadores y arrendatarios de fincas cinegéticas; agricultores que venden parte de sus cosechas a –entre otros- propietarios y organizadores de monterías para alimentar a la fauna cinegética existente en las fincas cuando las mismas no dan “naturalmente” para más de sí; fabricantes y establecimientos de ropa y calzado cinegético y trabajadores de esas fábricas y establecimientos; creadores de blogs y portales web de caza y montería en general –incontables- y personal que trabaja en la actualidad en los mismos; propietarios y trabajadores de fábricas del sector agroindustrial de la carne de caza en general, exportadores e importadores de la misma –importantísimo-; creadores, editores y trabajadores de publicaciones cinegéticas así como de la industria videográfica dedicada exclusivamente a la caza; escritores y editoriales cinegéticas, pintores cinegéticos, artesanos y artesanía cinegética; fabricantes de artículos de caza en general –llámese, y es sólo a título de ejemplo, visores, prismáticos, zurrones, zahones, cananas, horquillas, trípodes, etc, etc-, Administración gestora de fincas públicas cuyo aprovechamiento cinegético bien se subasta anualmente o bien se concede para un período determinado a sociedades de cazadores previo pago de unas más que considerables cantidades que redundan en cuantiosos ingresos para sus arcas y funcionarios de la misma encargados de llevar a cabo esa gestión… Y, entre otras bastantes cosas más y para finalizar –recuerdo que esto sólo es un “bote pronto”-, lo peor de lo peor no es esta afectación tan real como la vida misma, sino que sinceramente pienso que la destrucción de la caza conllevaría casi necesariamente consigo una alteración medioambiental de tal tamaño que el medio ambiente y su fauna –que, por cierto, con datos y argumentos en la mano está mejor que nunca en toda su historia gracias a la caza- sufrirían un deterioro casi irreversible que, de nuevo y por eso he dicho casi, nos veríamos obligados a reconstruir nosotros como ha venido sucediendo desde siempre y, aún más, en tiempos modernos… Sí, sí, nosotros los cazadores pagadores no subvencionados una vez más y como siempre. Insisto en que puedo demostrarlo con datos y argumentos, no con populismos y demagogia y, por si fuera poco, jugándome el tipo sin subvención alguna.

A mí no me pagan por hacer esto, lo hago libre y simplemente porque me sale del alma y porque me lo exige mi poquito de conocimiento y mi muchito de dignidad personal. Yo no busco votos ni estoy afiliado a ningún partido político –es comprobable-, pero sí se que soy cazador, montero y amante del campo desde siempre, conozco algo de su fauna y flora –no mucho- y eso me exige expresarme con respeto en mi esfera de libertad personal. Yo no soy quien para nada y, dentro de ella, ya tengo claro que no voy a decir a quien votaré este próximo domingo 26 de junio, pero lo que sí he expresado con claridad es a quién no y creo que ha quedado claro… ¿o no?

Rafael Vila

Cazador, montero y amante del campo desde siempre.

19 de junio de 2016

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