Gracias por el premio
©Félix Sánchez Montes @felixsm #blogmonteros
viernes, 22 de junio de 2012
martes, 12 de junio de 2012
No pudo ser
Ya
con siete años acompañaba a mi padre al puesto para montear, una fotografía en
blanco y negro, de un niño metido en el hueco de una vieja encina para
resguardarlo del frío en una dehesa cordobesa, da fe de ello. Hablo de mediados
de la década de los sesenta del pasado siglo, época en la cual nació mi pasión
por la montería.
Vinieron
después muchas jornadas monteras más, siempre acompañado de mi padre Juan
Sánchez Iñigo, mi tío Lalo (Eulalio Sánchez) o algún viejo montero como por
ejemplo Juan de Velasco y López de Letona, con los cuales aprendí, o eso creo,
los misterios y secretos de este antiguo arte que es montear.
Poco a poco
conseguí que me dejasen disparar a las reses con mi escopeta del calibre 16 una
Víctor Sarasqueta de los años cuarenta con unos preciosos grabados, eso si,
siempre acompañado en el puesto.
En la finca
cordobesa de Fuentevieja, donde según se indica en el libro “Montear en
Córdoba” de Mariano Aguayo (Ed. 1993).- Págs. 61-62 – “Pasado el tiempo, tuvo su asentamiento en Fuentevieja una de
las sociedades de monteros cordobeses con mayor solera. Eran Matías García
Mateo, los hermanos Antonio y Enrique Barroso, Manolillo García, Rafael El
Cordobés y Eulalio Sánchez, que era el que actuaba como jefe de campo y llevaba
la finca”, fue donde un cinco de noviembre de 1970 maté mi primera res con
13 años, un bonito venado con ocho puntas que me hizo novio e ingresar como
nuevo montero. A partir de ahí y hasta hoy han pasado casi 42 años, toda una
vida.
Los años
setenta significan para mi los mejores si hablamos de monterías, mi tío Lalo,
pionero de las monterías comerciales en Córdoba, me llevó con él a las mejores
monterías que recuerdo, La
Piedra de la Sal ,
Mañuelas y El Águila, La Onza ,
La Loma de la Higuera …, tiempos que ya
no volverán y que tuve la suerte de vivirlos, conocer el final de una edad del
oro de la montería tradicional española.
Ya en los
ochenta, mi padre, mi tío Lalo, Hans K. Schmockh y Jan Harás alquilaron la
finca La Loma
del Majano, entre Montoso y Cardeña, en Córdoba. Por aquel entonces aún sin
malla cinegética.
Los estudios
que me hicieron desplazarme a Madrid, o el ejercito que me tuvo un tiempo por
tierras africanas en Melilla, hizo que no pudiese apenas asistir a alguna
montería, pero si a la que corresponde la fotografía que encabeza este artículo
que le hice a mi padre matando un cochino, con la suerte de poder captar el
momento exacto del disparo con mi cámara Olimpos, el impacto en la res y hasta
el casquillo vacío aún en el aire. Fue en el puesto nº 2 de la armada del
Collado del Lobo de la finca La
Loma del Majano.
A partir de
aquí las secuelas del infarto de mi padre y la retirada de mi tío Lalo de las
monterías hicieron que abandonase las monterías hasta principios de la primera
década del presente siglo en la cual volví gracias a mi compañero de caza.
En los noventa
falleció mi padre con 65 años y después mi tío y me quedé con la pena de que mi
padre no me hubiese podido acompañar más a montear.
¡No pudo ser!,
la vida nos da estos sinsabores y nos deja con la pena eterna de no poder hacer
lo que hubiésemos deseado con toda nuestra alma, dejando sin terminar un deseo,
aunque la edad me hace comprender, ahora, lo que en mi juventud no comprendí.
Ya pasó los tiempos en que era un “agonía” queriendo abatir, que no cazar, más
que nadie.
Hace tiempo
que aprendí que lo importante es el lance, los amigos que te rodean para pasar
una buena jornada de caza, en esto que para mi no es una afición, es una forma
de vida, una pasión que me hace aún no poder conciliar el sueño la noche antes
de montear, que me de la vida el pisar una dehesa, oír un agarre, escuchar las
voces de un perrero y sentir que se me sale el corazón al escuchar el romper
del monte de una res, aún a pesar de los cientos de monterías ya vividas.
Pues nada
padre, sé que estás viendo lo que pasa por aquí abajo desde esa traviesa de
allí arriba donde seguro que estarás con tu hermano Lalo, con tus amigos Paco
Fernández y Pepe Prieto y tantos otros cazadores y monteros que siempre
seguirán vivos mientras alguno de nosotros los recuerden. Gracias por enseñarme
los valores por los cuales me he regido.
Solamente
tenemos una certeza en este mundo, la muerte, y por ello sigo teniendo a pesar
de mis años la alegría y la felicidad de ver nacer cada día con una nueva
ilusión.
No te olvido
padre.
Tu hijo.
domingo, 3 de junio de 2012
Monteros de Vallehermoso presentó su programa de monterías 2012 / 2013
El pasado día 2 de junio Monteros de Vallehermoso presentó su nuevo programa de monterías para la temporada 2012 /2013.
La reunión resultó magnífica, cantidad de amigos y un ambiente muy bueno, la comida y la charla amigable hizo de este día un momento muy especial.
La reunión resultó magnífica, cantidad de amigos y un ambiente muy bueno, la comida y la charla amigable hizo de este día un momento muy especial.
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