lunes, 24 de abril de 2023

Vídeo: Dos enormes jabalíes miden sus fuerzas en un claro del bosque.




Cuando dos grandes machos se encuentran es inevitable en la mayoría de las ocasiones que se produzca un enfrentamiento. Te mostramos las imágenes de una de estas batallas grabadas por un especialista en la caza de cochinos armados con trofeos de más de 25 centímetros.

A finales de marzo un jabalí abatido por uno de los clientes del guía de caza francés Olivier Barral deslumbró a miles de cazadores del viejo continente. Se trataba de un navajero de 29 centímetros de colmillo y más de 200 kilos de peso.

Asia Central, tierra de grandes jabalíes

Las imágenes grabadas en una de las fincas abiertas que gestiona la orgánica BS HUNTING, para la que trabaja el guía galo, han sido filmadas en la República de Tayikistán, país sin litoral ubicado en Asia Central. En países como esta exrepública soviética, Irán o Turquía, es habitual encontrar animales de semejantes dimensiones como los grabados por Olivier. De ahí que cada año son más los cazadores que visitan estos exóticos lugares para cumplir su sueño de abatir un gran jabalí.

Dos grandes cochinos luchan cuerpo a cuerpo

Como si de dos consumados luchadores de sumo se trataran los dos machos intentan expulsar a su oponente fuera de la zona sin vegetación. En estas pugnas los rivales tratan de debilitar a su oponente acuchillándolo con sus navajas en los costados y profiriéndoles mordiscos.


 

¿Cuánto daño hace un jabalí al morder?

La potencia que ejerce un jabalí al cerrar sus mandíbulas es de 268 kilos por centímetro cuadrado. De ahí las graves heridas que pueden causar a su contrincante. Los cuerpos de los grandes machos son un mosaico de cicatrices fruto de las batallas que han lidiado a lo largo de su vida.

jueves, 20 de abril de 2023

Monteando a los venados de Zabala. ¡VÍDEO COMPLETO!

 Origen: CAZAVISIÓN


VER VÍDEO

Grandes lances y bonitos puestos de testero en una finca adehesada, en la que antaño pastaba el toro de lidia y ahora lo hacen también los venados, conviviendo con los cochinos que, como siempre, pusieron su dosis de emoción dando mucho juego a los monteros que lo pasaron como nunca con las carreras de las reses por los testeros.

miércoles, 19 de abril de 2023

Libro: Vivencias con el macho montés de Sebastián García Acosta.


“Hola amigas y amigos. Tras más de cuarenta años fotografiando las monteses, me complace anunciaros que mi nuevo libro “Vivencias con el Macho Montés” por fin vio la luz. En él recojo el fruto de los últimos diez años inmortalizando la vida de esta magnífica especie que abunda en nuestras Sierras.

Las 206 fotografías se han realizado en parajes tan bellos como el Torcal de Antequera, las Sierras de Tejeda y Almijara, los acantilados de Maro y Cerro Gordo, Sierra Nevada, los Badlands y la Sierra de Gredos.

Sus 200 páginas se dividen en varios capítulos que muestran la vida de estos ejemplares, como pueden ser la época del celo, la hembra y sus chotillos o las piaras, además de un especial seguimiento a un macho de 90 cm de cornamenta al que denominé como Supercampeón.

Todo esto acompañado de su correspondiente texto, con mención especial a Roberto Travesí, autor del prólogo y a Mariló V. Oyonarte, autora del epílogo.

Espero que, si llega a vuestras manos, lo disfrutéis tanto como yo he disfrutado estos años tras estos espectaculares ungulados.”

Sebastián García Acosta






DATOS DE CONTACTO

domingo, 16 de abril de 2023

Graban a una manada de lobos intentando cazar a un gran jabalí en Segovia.

Origen: Jara y Sedal

Lobo ibérico con un jabalí. © Shutterstock

Por Javier Fernández-Caballero / 16 de abril de 2023

El conocido fotógrafo de naturaleza Pedro Arroyo ha filmado, a primera hora de la mañana de este domingo 16 de abril, la impactante escena de una pugna entre una manada de lobos y un enorme jabalí en las cercanías del municipio de El Espinar, en la provincia de Segovia.

Aunque la creencia popular dice que si hay muchos lobos en una zona éstos probablemente controlen la sobrepoblación de jabalíes, tanto este vídeo como otros publicados por este medio en los últimos meses muestran que esta tarea no resulta tan sencilla debido a la ferocidad del cochino y la amenaza que suponen sus colmillos.

Según explica Arroyo, tiene controladas varias manadas de lobo en la zona de la Sierra de Guadarrama y el oeste de Segovia y ésta era una de ellas: «Es una de las zonas donde más ataques ganaderos existen en esta comunidad autónoma, llamada Campo Azálvaro, ubicada en el valle que lleva desde El Espinar a Ávila».

«Es una zona muy ganadera, con el río Voltoya como epicentro, con valles de alta montaña muy buenos y por los que se mueve esta manada», añade el fotógrafo.

Así ha logrado Arroyo controlar a estos animales

Arroyo ha logrado controlar estos animales observando sus excrementos y viendo cómo se comían algún ternero y también acudían a alguna carroña: «Los días de diario trabajo todos, por lo que aprovecho los fines de semana para ir a verlos. Y ayer tuve suerte, porque observé cómo, tras comer una carroña de vaca, se escondieron en su querencia, donde por cierto levantaron a una cierva con su cría y corrieron tras ellos, pero estaba muy lejos para grabarlos, además de que las condiciones de luz eran muy bajas», explica. Pero este domingo se ha resarcido y ha podido filmarlos en la pugna con el macareno.

Los grabó sobre las 7:15 horas

Sobre las 7:15 horas, el fotógrafo ya estaba en el punto de observación: «Como es una zona muy ganadera, lo primero que se observa es alrededor de donde están las vacas, y vi un punto negro, que era el jabalí moviéndose y alrededor tres lobos que le estaban atosigando», reseña. Explica que «la cámara que tengo tiene mucha distancia focal, ya que es la Nikon P-1000, pero en condiciones de poca luz deja un poco qe desear, aunque tengo un telescopio bueno en el que vi cómo le entraban al jabalí -que era enorme- pero al final desistieron del ataque».

Arroyo sigue explicando que «a unos 50 metros a su izquierda, un riachuelo estaba lleno de buitres; puede que los lobos hubiesen abatido algún jabalí de la zona y se estarían alimentando de él durante dos horas». Tras ello, los cánidos se metieron en el encame de nuevo.

Las imágenes nos recuerdan al ataque de otro lobo a un macho montés mostrado en primicia por Jara y Sedal hace dos años. Un extraordinario documento gráfico que, en aquella ocasión, fue tomado por Alfonso Prieto.



Arroyo, uno de los más célebres fotógrafos de naturaleza de los últimos años en España

Por último, recordamos que Pedro Arroyo es el autor de un vídeo que, el pasado año, fue uno de las imágenes más comentados del año -en el que aparecían cientos de gamos y ciervos alimentándose en una siembra- y también ha sido protagonista en este medio por algunas de sus últimas filmaciones.

miércoles, 12 de abril de 2023

Un Punt Gun, utilizado para la caza de patos pero prohibido porque agotó las existencias de aves silvestres, 1910-1920.









Una pistola de batea es un tipo de escopeta extremadamente grande que se usó en el siglo XIX y principios del XX para disparar a un gran número de aves acuáticas para operaciones comerciales de recolección y deportes privados. Un solo disparo podría matar a más de 50 aves acuáticas que descansan sobre la superficie del agua. Eran demasiado grandes para sostenerlos y el retroceso era tan grande que estaban montados directamente en los botes (un pequeño bote) que se usaban para la caza, de ahí su nombre. "Usado para la caza de patos" no es la expresión correcta para apuntar esta pieza de artillería en la dirección general de una bandada de patos, disparar y pasar el resto del día recogiendo los cadáveres.

A principios del siglo XIX, la caza masiva de aves acuáticas para abastecer de carne a los mercados comerciales se convirtió en una práctica ampliamente aceptada. Además del mercado de alimentos, la moda femenina de mediados del siglo XIX agregó una gran demanda de plumas para adornar sombreros. Para satisfacer la demanda, los cazadores profesionales fabricaron escopetas extremadamente grandes (diámetros de orificio de hasta 2 ″) para esta tarea. Estas armas eran tan engorrosas que la mayoría de las veces se montaban en botes largos y cuadrados de casco plano (botes).

Los cazadores maniobrarían silenciosamente sus botes en línea y alcance de la bandada usando palos o remos para evitar sobresaltarlos. Generalmente, el arma estaba fijada a la batea; así, el cazador maniobraría todo el barco para apuntar el arma. Los cañones eran lo suficientemente potentes y los batea lo suficientemente pequeños, que disparar el cañón a menudo empujaba la batea hacia atrás varios centímetros o más.

En los Estados Unidos, esta práctica agotó las poblaciones de aves acuáticas silvestres y, en la década de 1860, la mayoría de los estados habían prohibido la práctica. La Ley Lacey de 1900 prohibió el transporte de animales de caza a través de las fronteras estatales, y la práctica de la caza en el mercado fue prohibida por una serie de leyes federales en 1918.

A Punt Gun, used for duck hunting but were banned because they depleted stocks of wild fowl, 1910-1920

A punt gun is a type of extremely large shotgun used in the 19th and early 20th centuries for shooting large numbers of waterfowl for commercial harvesting operations and private sport. A single shot could kill over 50 waterfowl resting on the water’s surface.

They were too big to hold and the recoil so large that they were mounted directly on the punts (a small skiff boat) used for hunting, hence their name. “Used for duck hunting” isn’t the right expression for aiming this piece of artillery in the general direction of a flock of ducks, firing, and spending the rest of the day picking up the carcasses.

In the early 1800s, the mass hunting of waterfowl to supply commercial markets with meat became a widely accepted practice. In addition to the market for food, women’s fashion in the mid-1800s added a major demand for feathers to adorn hats.

To meet the demand, professional hunters custom-built extremely large shotguns (bore diameters up to 2″) for the task. These weapons were so cumbersome that they were most often mounted on long square-ended flat-hulled boats (punts).

Hunters would maneuver their punts quietly into line and range of the flock using poles or oars to avoid startling them. Generally, the gun was fixed to the punt; thus the hunter would maneuver the entire boat in order to aim the gun. The guns were sufficiently powerful, and the punts themselves sufficiently small, that firing the gun often propelled the punt backward several inches or more.

To increase efficiency even further, punt hunters would often work in groups of 8-10 boats. By lining up their boats and coordinating the firing of their single-shot weapons, entire flocks of birds could be “harvested” with a single volley.

It was not unusual for such a band of hunters to acquire as many as 500 birds in a single day. Because of the custom nature of these weapons and the lack of support by the weapons industry, they were often rather crude in design.

In the United States, this practice depleted stocks of wild waterfowl and by the 1860s most states had banned the practice. The Lacey Act of 1900 banned the transport of wild games across state lines, and the practice of market hunting was outlawed by a series of federal laws in 1918.

lunes, 10 de abril de 2023

7x57 Mauser. Apuntes sobre uno de los mejores cartuchos jamás desarrollados.

 
Historia, aplicaciones cinegéticas y situación actual de un cartucho militar español que deslumbró ejércitos y han utilizado cazadores profesionales y deportivos en los cinco continentes.

La mayoría de los cazadores actuales, acostumbrados a manejar rifles modernos que disparan municiones más potentes, no son conscientes de la fascinación que despertó durante décadas entre los cazadores de todo el mundo el 7x57 Mauser y, por tanto, tampoco de su efectividad como cartucho de caza.

Los cartuchos militares 7 mm Mauser Español primero dispararon balas “O” encamisadas de punta roma y después agudas (balas P y PP). En la foto aparecen en sus peines-cargadores cartuchos “O” y “P”, cartucheras para 20 y 50 cartuchos y un mosquetón Mauser 1893 fabricado en España (mod. 1916).

No me sorprendería incluso que más de un lector se haya extrañado de que afirme en la entradilla del artículo que se trata un cartucho español, pero lo es pese a que su nombre comercial es 7x57 Mauser o 7 mm Mauser y a que los primeros cartuchos no se fabricaron en España.

No me sorprendería, porque la mayoría de los autores que escriben sobre la historia del 7x57 consideran que el cartucho fue desarrollado por Mauser en 1892 y que en 1893 lo adoptó el Ejército español, lo que es totalmente cierto. Así fue.

Los primeros cartuchos deportivos se cargan en Europa en versión 7x57 y 7x57 R con balas semiblindadas de punta roma del mismo peso que la original militar (173 grains) y más tarde con proyectiles semiblindados más aerodinámicos, así como numerosos tipos de balas de expansión controlada de pesos comprendidos entre 123 y 177 grains.

Sin embargo, muy pocos conocen que el cartucho lo creó Mauser a petición y con las características que impuso el Ejército español (ver apartado “Español hasta la médula”), por lo es no solo es correcto considerar que se trata de un cartucho militar español, cuyo nombre original es 7 mm Mauser Español, sino que es probable que si España no llega a pedir que se fabrique en este calibre el fusil que adoptó en 1893 es posible que nunca se hubiera creado el fusil que lo disparó por primera ves y puede que no hubiera existido la cartuchería militar ni tampoco la deportiva protagonista de estas notas, al menos con las mismas características.

Cartuchos 7x57 R cargados con proyectiles de varias épocas. 

Como se trata de una munición para rifles de cañones basculantes, es ligeramente menos potente que la 7x57 Mauser, pero es prácticamente igual de efectiva y se ha fabricado en Europa con los mismos tipos de proyectiles.
Deslumbró ejércitos

La cartuchería militar original 7 mm Mauser Español disparaba proyectiles encamisados de punta redondeada de calibre 7,25 mm y 11,2 gramos (173 grains) que desarrollaban una velocidad inicial muy alta para una munición de finales del siglo XIX: 710 m/s, superior a la que conseguían los cartuchos militares y, sobre todo, los de caza de la época porque en 1893 la mayoría eran aún de pólvora negra.

Y no solo eso, debido a que el proyectil (como el de todos los 7 mm) tenía una densidad seccional muy alta, describía también una trayectoria muy tensa y penetraba muy bien (lo que era especialmente importante como munición militar), características que poco después mejorarían al cargarlo con balas de punta aguda (por su coeficiente balístico mayor), con las que se empezó a experimentar (en España) en 1902.

La balística del 7x57 también deslumbró a los fabricantes y a los cazadores profesionales y deportivos británicos. Los primeros crearon rifles y cartuchos que cargaron con balas semiblindadas y blindadas con el nombre original o con el .275 Rigby para adoptarlo a su nomenclatura y los segundos los utilizaron para cazar todo tipo de especies, incluso elefantes usando balas blindadas.

Su rendimiento balístico era tan magnífico que otros muchos ejércitos lo adoptaron también como reglamentario, aunque siempre después de que lo hiciera el Ejército Español. Es el caso del Ejército de Chile, Brasil o el de México, por citar solo tres ejemplos de países que adoptaron el fusil Mauser 93 (con pequeñas modificaciones) en calibre 7 mm Mauser Español.

Igualmente, el fusil Mauser 1893 y el cartucho que disparaba obligó a los Estados Unidos a modernizar su armamento porque los soldados españoles, armados con sus Mauser de 7 mm, le causaron tantas bajas durante la Guerra Hispano Norteamericana de 1898 que después del conflicto los norteamericanos decidieron hacer pruebas para modernizarlo, lo que consiguieron satisfactoriamente en 1906 al adoptar el Springield 30-06.

Remington introdujo la munición en Estados Unidos en 1897 con el nombre de 7 mm Mauser como se indica en esta antigua caja de la Union Metalic Cartridge Co. (UMC), que fue uno de los primeros fabricantes de cartuchos de EE.UU y la empresa que durante muchos años fabricó la munición Remington, pues ambas compañías se fusionaron en 1912.

Impresionó a los cazadores

Naturalmente, un cartucho con estas características no solo deslumbró a los ejércitos, también impresionó a los fabricantes de armas y de municiones deportivas y en último término a los cazadores. Por su velocidad, alcance y retroceso moderado ha sido tildado de “deleite balístico” y se convirtió en muy poco tiempo en uno de los mejores y más flexibles cartuchos de caza y también en el más internacional de su época porque se utilizó para cazar en todo el mundo todo tipo de piezas.

De izquierda a derecha, cartuchos 7 mm Mauser fabricados en EE.UU por Federal, Remington y Winchester.

Salvo excepciones, el cartucho se ha cargado tradicionalmente en EE.UU con balas semiblindadas de punta roma (SP) o aguda (PSP), menos técnicas que las europeas, aunque algunos modelos poseen diseños patentados para mejorar la expansión, caso de la Remington Core Lokt o de la Winchester Power-Point.

No tengo datos fiables sobre cuándo se comercializó por primera vez en Europa como cartucho deportivo con vaina de ranura y de pestaña, pero debió ser muy poco tiempo después de que lo adoptara España como cartucho militar porque en 1897 ya lo había introducido Remington y se fabricaban rifles de este calibre en EE.UU.

Supongo que sería DWM la primera en hacerlo tanto en versión 7x57 como 7x57R para monotiros, express y armas de cañones basculantes en general, ya que en la época era la fábrica de municiones más importante de Alemania, a las que luego se sumarían las cartucheras más relevantes del resto de Europa: Norma, Sellier & Bellot, RWS, Sako, etc.

7x57 comparado con un 8x57 JS y con un .30-06. 

Aunque a simple vista no lo parece, los tres cartuchos tienen en común que su origen es militar y que son magníficos cartuchos deportivos. El 7x57 se obtuvo al modificar la vaina del 8x57 J.

Lo que es seguro es que en el Viejo Continente lo han cargado con diferentes proyectiles de caza todos los fabricantes de munición, incluidas las fábricas militares españolas. Y también que los más importantes han utilizado magníficos proyectiles semiblindados y de expansión controlada (Brenneke Tig, Brenneke Tug; RWS H-Mantel, Norma Vulcan, Norma Orix, Sellier & Bellot SPCE, entre muchos otros) con los que se han abatido todas las especies europeas en recechos, aguardos y monterías.

Y no solo las especies europeas. También las asiáticas y africanas, o por lo menos la mayoría, incluidas las más grandes. Efectivamente, en 1907 John Rigby & Co lo adoptó para sus “modernos” rifles de ”alta velocidad” con el nombre de .275 Rigby para adaptarlo a la nomenclatura británica. Lo comercializó con proyectiles semiblindados y blindados de 140 y de 175 grains (9,1 y 11,3 gramos) con tanto éxito que muchos fabricantes británicos produjeron armas y cartuchos de este calibre, caso de Kynoch, por ejemplo, que lo hizo con el nombre de 7 mm Mauser y lo cargó con el peso de bala original.

Cartuchos 7x57 R y 7x57 Mauser comparados con 7x65 R y 7x64 Brenneke. 

A partir de 1917 la cartuchería 7x65 R y 7x64, desarrollada por W. Brenneke, le ha ido restando poco a poco popularidad a los cartuchos Mauser porque, aunque ambos se han cargado en Europa con proyectiles de alta calidad, la munición Brenneke es más potente. Desde hace años, la oferta de cartuchería 7x64 y 7x64 R es mayor.

Como consecuencia, el cartucho se utilizó también para cazar en las montañas y llanuras de las colonias asiáticas y británicas, incluso por “cazadores de marfil” fascinados por su velocidad y penetración. El caso más famoso es el de “Karamojo Bell”, quien cobró la mayoría de sus 1.011 elefantes disparándoles al oído con cartuchos .275 Rigby cargados con bala blindada de punta redonda de 175 grains (11,3 g).

Y lo mismo podemos decir de las especies norteamericanas. Introducido por Remington en 1897, como hemos apuntado, poco después lo adoptó Winchester (para sus rifles modelos 54 y 70) y terminaron produciendo armas y el cartucho con el nombre de 7 mm Mauser las empresas más importantes porque, como sucedió en el resto del mundo, las características de la munición también cautivaron a muchos cazadores de este continente, incluidos los más famosos, caso de Jack 0´Conor y su esposa Eleanor quienes llegaron a probarlo satisfactoriamente en África durante un safari realizado en Mozambique en 1962.

Manufacturas europeas Brenneke TIG 7x65 R y Geco Express 7x64 comparadas con un 7x64 fabricado por Remington con proyectil Core Lokt. El 7x64 se carga regularmente en EE. UU desde finales del siglo pasado y, además, se importa a Europa, lo que sin duda no va a favorecer a la cartuchería 7 mm Mauser americana ni a la europea.

En EE.UU el cartucho, salvo excepciones, se ha cargado con balas semiblindadas convencionales de 140 a 175 grains, menos técnicas que las europeas, si exceptuamos a Hornady que lo ha cargado con proyectiles como el SST o el ECX e incluso lo fabrica actualmente en versión .275 Rigby con bala InterLock.

Remington y Winchester lo comercializaron con sus magníficos proyectiles semiblindados Core-Lokt y Power Point, respectivamente y Federal con balas semiblindadas de buena calidad.

Si a la competencia del 7x64 añadimos la que representan los algunos cartuchos norteamericanos tanto en EE.UU. como en Europa, se comprende que el 7x57 Mauser sea cada día un poco menos popular. En la foto, un 7 mm Mauser comparado con un 7 mm-08 y un 7x64.

“Quien tuvo, retuvo”

Han pasado 130 años desde que el Ejército adoptara el 7 mm Mauser Español y prácticamente los mismos desde que se fabricaran las primeras versiones cargadas con balas de caza. Y con el paso del tiempo se han desarrollado otros cartuchos norteamericanos y europeos que le han ido restando popularidad hasta tal punto que se puede decir que hoy el 7x57 Mauser (y el 7x57 R) no es ni la sombra de lo que fue, aunque sigue siendo un cartucho de caza muy efectivo, con el que prácticamente se han cobrado todas las piezas del planeta, que merece la pena tener en cuenta.

El “golpe más “mortal” se lo dio Brenneke primero en Europa al lanzar en 1917 sus cartuchos 7x64 y 7x65 R, que disparan proyectiles del mismo calibre y peso a mayor velocidad (a 850 m/s la bala de 173 grains en el caso del 7x64).

Cuando se comercializaron ambos cartuchos Brenneke, el 7x57 y 7x57 R eran municiones de caza totalmente consolidadas, pero poco a poco fueron perdiendo popularidad al tiempo que la ganaban el 7x64 y el 7x65 R.

Y no solo en Europa. El 7x64 compite actualmente con el 7x57 Mauser en Estados Unidos porque primero Federal a finales del siglo XX y después los demás fabricantes norteamericanos, lo han adoptado y lo producen con regularidad. Y aunque el 7 mm Mauser fue muy popular hace años en EE.UU y se sigue fabricando, lo cierto es que ya no es lo que era porque ha tenido que competir con otros cartuchos norteamericanos (como el .280 Remington y el 7 mm-08 Remington), por lo que la adopción del 7x64 seguro que no le va a beneficiar ni en EE. UU ni en Europa, puesto que la cartuchería se importa.

Oferta actual

De hecho, de momento la fabricación en Estados Unidos del 7x64 ya nos está afectando negativamente a los españoles interesados en el calibre 7x57 porque Borchers S.A. ha dejado de importar la munición Remington 7 mm. Mauser, al menos de momento, pero sí importa la 7x64. Y lo mismo podemos decir de Winchester (*).

Federal y Hornady lo siguen fabricando, pero los distribuidores españoles (BBI y Ardesa, respectivamente) tampoco lo importan, por lo que la mayor oferta de cartuchos 7x57 que llega actualmente a España procede de Europa. No es tan importante como hace unos años, pero es más que suficiente para cazar en nuestro país en cualquier modalidad.

Por citar algunos ejemplos fabricadas por empresas conocidas, destacan las siguientes cargas disponibles en nuestro país:

Norma Orix de 10,1 g (156 grains).

Geco Zero (bala “ecológica”) de 8,2 g (127 grains).

Geco Softpoint (Teilmantel) de 10,7 g (165) grains.

RWS ID Classic de 10,5 g (162 grains).
Sellier & Bellot SPCE de 11,2 g (173 grains).

Este último lo he dejado para el final para comentar que Sellier & Bellot es actualmente el fabricante que más modelos de cartuchos 7x57 carga. Nada menos que uno de tiro y ocho de caza, aunque el que se puede encontrar con más facilidad en las armerías es el SPCE, que es una bala excelente de probada eficacia.

(*) Lo que no significa que no se puedan adquirir cartuchos Remington y Winchester en las armerías. Muchas los tienen en stock.

Español hasta la médula

La cartuchería 7x57 y las primeras armas que lo disparan se originan a finales del siglo XIX por la necesidad que tiene el Ejército español de modernizar su armamento, adoptando un “moderno” fusil de repetición de pólvora sin humo, como estaban haciendo ya otros ejércitos.

El proceso de selección, las pruebas y número de disparos que se realizaron están recogidos en documentos oficiales y lo resume mucho Francisco Lanza, coronel Dr. ingeniero de armamento en su Tratado de Cartuchería y yo lo voy a tener que resumir aún más. Sucedió así:

En 1888 el Gobierno español nombra una comisión de expertos militares, formada por jefes y oficiales al mando de un general, que comienzan a evaluar de forma exhaustiva las “nuevas” armas de repetición con el fin de seleccionar un fusil que sustituyera al que estaba en servicio desde 1871 (un monotiro sistema Remington Rolling Block de pólvora negra y grueso calibre), pues estaba desfasado.
El fusil Mauser 1893 adoptado como reglamentario, a diferencia del experimental 1892, posee un cargador fijo con capacidad para 5 cartuchos que se pueden alimentar a mano o utilizando cargadores tipo “peine”.

Años después y tras múltiples pruebas, la comisión decide que la mejor opción es adoptar un fusil alemán Mauser, pero no les convencen del todo los modelos que ya había en servicio (Mauser 1899, 1890 y 1891) por lo que Mauser crea para nuestro Ejercito un modelo experimental exclusivamente para España: el M1892 que era, como los fusiles anteriores, del calibre 7,65x53 mm corrige todas las deficiencias encontradas por la comisión y por la propia Mauser en los fusiles anteriores.

Sin embargo, una vez realizadas las pruebas (con 1.200 fusiles y 500.000 cartuchos), a la comisión no le convence el calibre. Comienza a probar otros calibres usando fusiles de otros fabricantes (especialmente de 6,5 mm) que tampoco le convencen y llegan a la conclusión de que el calibre del fusil debería ser 7 mm.

Pero como este calibre NO lo fabrica Mauser, le encargan a Paul Mauser que les haga dos armas M1892 en 7 mm, “las que además de modificadas con sujeción a las normas que indicó la comisión, debían hallarse dotadas con cartuchos de tales maneras que las armas no sufrieran mayores presiones que las del fusil ensayado” (el M1892 experimental cal 7,65 x 53mm).

Mauser hace los dos fusiles M1892 de prueba en 7 mm y los cartuchos (modificando las vainas del 8x57 J, es decir, fabrica por primera vez la munición 7x57) con las características que necesita el Ejército (*); la comisión evalúa el nuevo conjunto arma-cartucho satisfactoriamente y propone para su adopción el fusil Mauser de 7 mm que, de acuerdo con el inventor, debe llamarse Mauser Español por las modificaciones que se han realizado en el arma a propuesta de la comisión. Y por fin, en 1893 se adopta como reglamentario, junto con el cartucho de 7 mm, el fusil Mauser Español modelo 1893 que es una versión ligeramente modificada del modelo 1892 porque, a petición del Ejército, Mauser lo vuelve a modificar y le añade un cargador fijo que no sobresale del arma y que se puede alimentar manualmente o mediante peines-cargadores de 5 cartuchos.

Además de cartuchos de guerra, las fábricas militares españolas produjeron cartuchos deportivos, algunos con nombres tan curiosos como la 7x57 Naguel de la imagen. Es un modelo de caza convencional, pero se fabricó con este nombre por encargo, al igual que el 7 mm Rada.

En 1895 el Gobierno español compra la maquinaria necesaria para producir el cartucho y comienzan a fabricarlo a partir de 1897 la Pirotecnia Militar de Sevilla, la Sociedad Santa Bárbara de Lugonés (Oviedo), la Pirotecnia de La Habana (Cuba) y la Pirotecnia de Manila (Filipinas). Desde entonces y hasta que cesa su producción, las fábricas españolas (ya todas peninsulares) crearon, según Francisco de Lanza, unos 60 modelos diferentes de cartuchos, aunque en su “Tratado de Cartuchería” solo cataloga 47 hasta 1954. La mayoría militares, por supuesto, pero también de caza y en ocasiones por encargo y con nombres tan curiosos como 7x57 Naguel o 7 mm. Rada.

(*) Nótese que Mauser fabrica un cartucho militar que no existía y que lo hace a petición de España y con las características que necesita el Ejército, por lo que es correcto considerar que el primer 7x57 fue el 7 mm Mauser Español, un cartucho militar español a partir del que se desarrollaron todos los cartuchos 7x57 deportivos europeos, británicos y norteamericanos.

Texto y fotos: Juan Francisco París

sábado, 8 de abril de 2023

Los furtivos (y cualquiera que mate un animal ilegalmente) podrán ser castigados con cárcel a partir del 18 de abril.

Origen: Jara y Sedal

Un coche del Seprona en una foto de archivo. © Shutterstock
Por Adriana Díaz / 8 de abril de 2023

Los furtivos tendrán nuevas consecuencias como fruto de la reforma del Código Penal en términos de "delitos de maltrato animal", como un aumento de las penas y nuevas circunstancias agravantes de la responsabilidad criminal.

El 16 de marzo de 2023 ya es una fecha que los cazadores han marcado en sus calendarios. Reunido el Congreso de los Diputados, expuesto en el Senado y, por último, ratificado por la Cámara Baja, el Gobierno dio por aprobados dos proyectos en los que se venía trabajando por la vía de urgencia durante los últimos meses. Ambos impulsados desde la facción anticaza del Gobierno y referentes a las leyes animalistas.

Nos estamos refiriendo, en primer lugar, a la reforma del Código Penal en materia de maltrato animal y, en segundo, a la Ley de Bienestar Animal. Sin duda, estas dos acciones han dado lugar al enfado del sector cinegético del país.

Ya en el momento en el que se dieron a conocer los anteproyectos de ambos textos legislativos, pudieron verse las primeras reacciones. Ante el ataque frontal que reflejaban, esta parte de la sociedad empezó a luchar para que tuvieran las menores consecuencias posibles en los cazadores, especialmente la segunda de ellas.

Manifestación del pasado 20 de marzo en Madrid pidiendo la retirada del anteproyecto de la ley animalista. © RFEC

En cuanto a la primera, la reforma del Código Penal, se ha modificado la consideración de maltrato animal, extendiéndose a todos los animales vertebrados. Antes de este cambio, el concepto tan solo incluía a las mascotas.

Así afecta la reforma del Código Penal a los furtivos

Ahora bien, encontrándonos en esta situación, es importante tener una idea clara de los actos que se consideran maltrato animal. En este sentido, se incluye cualquier lesión física que se realice a un animal salvaje, «salvo que estés amparado por la Ley». Esto supone un enorme cambio, especialmente para los furtivos, que no están amparados por la ley y que ahora tendrán que enfrentarse a penas de cárcel.

El Código Penal, en términos de maltrato animal, establece penas de prisión de seis meses a dos años y medio «para quien maltrate a un animal vertebrado». Sabiendo esto, a muchos les asaltan dudas sobre cómo va a afectar dicha reforma a los furtivos.

A lo dispuesto en el artículo 334 del Código Penal, el cual tipifica como ilícito penal la «caza», «pesca», destrucción, tráfico, etc. de especies protegidas de fauna silvestre, se incorporará un nuevo apartado. Según informa Jaime Valladolid, abogado y colaborador de Jara y Sedal, este impone como pena accesoria la privación del derecho a la tenencia y porte de armas.

En los casos en los que el «delito contra los animales», tal y como se recoge en el texto legal, se cometiera utilizando armas de fuego, el juez o tribunal podrá imponer dicha pena de prisión. El tiempo dependerá de cada caso y de las circunstancias que concurran. En general, este podría ser de entre uno y cinco años.

¿Qué establece exactamente la reforma animalista del Código Penal?

El texto es muy claro con respecto a quien dé muerte a un animal de forma ilegal. Estos son los supuestos y las penas que se establecen.Animal doméstico, amansado, domesticado o que viva temporal o permanentemente bajo el control humano: pena de prisión de 12 a 24 meses, además de la pena de inhabilitación especial de 2 a 4 años para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales y para la tenencia de animales.
Animal vertebrado: pena de prisión de 6 a 18 meses o multa de 18 a 24 meses, además de la pena de inhabilitación especial de 2 a 4 años para el ejercicio de la profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales y para la tenencia de animales.
Si el delito de lesiones al animal se hubiera cometido utilizando armas de fuego, el juez o tribunal podrá imponer motivadamente la pena de privación del derecho a tenencia y porte de armas por un tiempo de 2 a 5 años.

Circunstancias agravantes:

A las penas previstas para la muerte o lesión que requiera tratamiento veterinario para el restablecimiento de su salud se impondrán en su mitad superior cuando concurra alguna de las siguientes circunstancias agravantes:

a) Utilizar armas, instrumentos, objetos, medios, métodos o formas que pudieran resultar peligrosas para la vida o salud del animal.
b) Ejecutar el hecho con ensañamiento.
c) Causar al animal la pérdida o la inutilidad de un sentido, órgano o miembro principal.
d) Realizar el hecho por su propietario o quien tenga confiado el cuidado del animal.
e) Ejecutar el hecho en presencia de un menor de edad o de una persona especialmente vulnerable.
f) Ejecutar el hecho con ánimo de lucro.
g) Cometer el hecho para coaccionar, intimidar, acosar o producir menoscabo psíquico a quien sea o haya sido cónyuge o a persona que esté o haya estado ligada al autor por una análoga relación de afectividad, aún sin convivencia.
h) Ejecutar el hecho en un evento público o difundirlo a través de tecnologías de la información o la comunicación.
i) Utilizar veneno, medios explosivos u otros instrumentos o artes de similar eficacia destructiva o no selectiva.

viernes, 7 de abril de 2023

¡Qué viene el lobo!

El pasado 14 de marzo se cumplieron 43 años de la muerte, por un fatal accidente de aviación, del gran defensor y divulgador de la naturaleza que fue Félix Rodríguez de la Fuente.


Este naturalista, cetrero y cazador en su juventud (no lo olvidemos), fue el responsable directo de que el lobo ibérico no se extinguiera en la península. Su defensa a ultranza del lobo en sus programas en la televisión, logró cambiar en gran parte de la población española la idea negativa que se tenía sobre este animal, denostado por muchos y defendido por unos pocos.


El paso de los años y este cambio de mentalidad logró que las poblaciones de lobos se fuesen recuperando en España y en un momento dado se permitiese su caza controlada al norte del río Duero, aunque hace ya tres años que se prohibió su caza.

Este aumento de la población de lobos, que cada día que pasa colonizan nuevos territorios, ha traído como era de esperar problemas. Los ganaderos han visto cómo sus cabañas de animales han sido atacadas y en muchos casos sufriendo bajas.


Es indudable que el lobo debe de existir como componente de nuestra fauna, pero bien gestionado. Ya he dicho muchas veces, que en mi opinión, el cazador es el primer ecologista de acuerdo con la definición de esta palabra por la RAE:

Ecologista.

1. adj. Que propugna la necesidad de proteger la naturaleza.

2. com. Persona que es partidaria de la defensa ecológica.


La administración, como siempre, estuvo lenta a la hora de resarcir los gastos ocasionados con el pago de ayudas, y por lo tanto el desánimo cundió entre los ganaderos, al ver que perdían sus animales por los lobos y no conseguían recuperar el valor económico de estos.

Revista Caza y Pesca. 1974

Por otro lado surgieron muchas asociaciones y grupos ecologistas, muchos de ellos serios, que abogaron por una defensa a ultranza de los lobos, pero sin involucrarse en los gastos, con algunas excepciones. Estos gastos, casi siempre, recaen en los ganaderos y en los propietarios de fincas donde habitan los lobos, y de rebote en los miembros de las sociedades de caza.

No vamos a negar que algunas asociaciones ecologistas serias, sí se están involucrando, comprando y arrendando fincas para proteger a especies en peligro de extinción, o haciendo campañas de divulgación.

También existen grupos radicales de animalistas y de pseudo-ecologistas, que afectados por el fenómeno “Bambi”, tienen una visión utópica y sesgada de lo que es la naturaleza y los animales. Estos grupos, como el de Lobo Marley por ejemplo, se han dedicado a acciones radicales en contra de la caza en base a una supuesta defensa de los intereses naturales.

Estos intereses contrapuestos sobre el lobo, en particular, han desatado una campaña en contra de este, contestada de inmediato por campañas a favor de su existencia.

Sin ir más lejos, hace seis años salió publicada en la web de Sierra Norte Digital de Madrid, la noticia siguiente:

“Tres Lobos Atacan a un Ganadero en Robledillo de la Jara que consiguió ahuyentarlos con la vara que llevaba.

El pasado 2 de marzo al atardecer, en el municipio de Robledillo de la Jara, situado en la comarca del Lozoya en la comunidad de Madrid, se produjo un ataque de lobos a un ganadero de la zona que regresaba del lugar donde guarda sus vacas.

Tal y como se denunció ante los Agentes Forestales de la Comunidad de Madrid, el ganadero se vio sorprendido en un camino por tres lobos, uno de ellos se echó hacia el con objeto de atacarle, el ganadero se defendió con una vara que llevaba en las manos y el lobo se retiró junto con los otros dos hacia el monte cercano, dando tiempo al ganadero para refugiarse en su coche situado al final del camino.

El ganadero consiguió salir ileso del ataque de los lobos gracias a su determinación y la ayuda de la vara que llevaba en ese momento, por suerte el ganadero consiguió escapar.”


Muchos fuimos los que nos sorprendimos de esta noticia, ya que no es la forma de actuar de los lobos salvajes. Hace más de 155 años que no se tienen noticias ciertas de ataques de lobos a una persona adulta y menos a la luz del día, solamente un caso de un lobo con rabia a final del siglo XIX.


Ataques de lobos a niños si están descritos, como el último en Lugo en 1974, que causó la muerte a dos niños pequeños.

Pues bien, nada más publicarse la noticia del ataque de lobos al ganadero, fueron varias las asociaciones ecologistas y particulares quienes nos pusimos en contacto con el medio que publicó la noticia y con el periodista de la Cadena SER que la difundió. Este periodista es una persona seria y veraz, al igual que los informadores de Sierra Norte Digital.

Una de las asociaciones que se presentó en las dependencias fue Lobo Marley, que tras indagar junto con los redactores el origen de la noticia y después de las pertinentes comprobaciones mínimas, se sintieron engañados, tal como se puede leer en la rectificación que publicó ayer día 5 de marzo, Sierra Norte Digital.


Revista Caza y Pesca. 1960. Noticias sobre lobos

¿A quién creemos?, ¿al ganadero que dijo ser atacado?, ¿a Sierra Norte Digital?, ¿a Lobo Marley?

¿Aceptamos que Sierra Norte Digital no fue amenazada, tal como ellos mismos indican?

Muchos interrogantes rodean a esta noticia, en primer lugar si el hecho en sí ocurrió. Todo parece indicar que sí, y no vamos a dudar aquí de la palabra del ganadero. Pero dudamos de que fuesen lobos salvajes, lo más probable es que fuesen perros asilvestrados acostumbrados al hombre y que suelen actuar de esta forma. Ahora bien, nos dicen que este hombre es un buen conocedor del campo y que jamás confundiría a un lobo con un perro.

Por tanto solamente nos queda otra hipótesis, que estos 3 lobos fuesen animales semi-domesticados reintroducidos por vete a saber quién, en esta zona. Y que por hambre, al no saber buscarse el sustento en el medio natural, atacasen al ganadero.

Dejo a vuestro criterio el elegir la opción que os parezca más convincente.

¿Qué opináis?

Félix Sánchez Montes

miércoles, 5 de abril de 2023

Períodos hábiles para la caza del corzo 2023-2024. (Actualizado a 5 de abril 2023).

 Origen: CazaWonke

Períodos hábiles para la caza del corzo 2023-2024.

A continuación les ofrecemos las fechas de apertura y cierre y otros datos para la caza del corzo en la temporada 2023-2024.

Muchas ordenes de vedas de la temporada 2022-2023, marcan algún periodo hábil de caza de la 2023-2024 para el corzo. Además, hasta que no se publique la orden de 2023-2024, estará la anterior en vigor.

Datos con las órdenes de veda de la temporada 2022-2023

Datos con las órdenes de veda de la temporada 2023-2024


ANDALUCÍA

La orden por la que se fijan las vedas y periodos hábiles de caza en Andalucía para la temporada 2022-2023, estable como períodos para la caza del corzo:

–Del 10 de julio al 15 de agosto. Todos los días.

–Del 1 de marzo al 15 de abril. Todos los días.

Las batidas podrán realizarse en los cotos que las tengan aprobadas en sus planes técnicos de caza únicamente del 1 de marzo al 31 de marzo.

Aquellos cotos que han cumplido con los cupos previstos de la temporada anterior en el plan técnico de caza para las especies de caza mayor, ciervo, gamo o muflón, y establezcan y mantengan medidas efectivas para el control del cerdo asilvestrado, podrán solicitar la ampliación del rececho hasta el 31 de mayo.

Asimismo, se podrá realizar la caza a rececho de hembras para el control de poblaciones desde el 15 de noviembre hasta el 15 de enero, ambos inclusive.



ARAGÓN

Según la orden por la que se aprueba el Plan General de Caza en Aragón para la temporada 2022-2023, las fechas para la caza del corzo son las siguientes:

+Machos y hembras en batida al jabalí: desde el tercer domingo de septiembre a cuarto domingo de febrero.

+Rececho, al rastro y esperas:

–Términos municipales referidos en el Anexo V: machos y hembras de 1 de marzo a 15 de noviembre.

–Resto de Aragón fuera del Anexo V:

Machos a rececho, al rastro y esperas: 1 de abril a 15 de noviembre.

Machos a rececho, al rastro y esperas: del 15 de septiembre a cuarto domingo de febrero.

CANTABRIA

Según la orden que regula la caza en Cantabria (excepto en la RRC Saja) para la temporada 2023-2024, los períodos para la caza del corzo son:

a) Rececho de machos. Del 1 de abril al 31 de julio de 2023, ambos incluidos, y del 1 de septiembre al 30 de septiembre de 2023, ambos incluidos.

b) Batidas y recechos de hembras. Del 15 de enero al 15 de febrero de 2024, ambos incluidos.


CASTILLA-LA MANCHA

La orden de vedas de la temporada 2022-2023, marca el segundo periodo para la caza del corzo macho:

–Corzo macho. Desde el 1 de abril de al 31 de julio. Modalidades: rececho, aguardo o espera en horario diurno. Autorizado hembras si se contempla en el POC aprobado.



CASTILLA Y LEÓN

La LEY 9/2019, de 28 de marzo, de modificación de la Ley 4/1996, de 12 de julio, de Caza en la Comunidad Autónoma de Castilla y León, marca los períodos hábiles para la caza en general:

–Corzo: para ambos sexos: desde el 1 de abril hasta el primer domingo de agosto, y desde el 1 de septiembre hasta el segundo domingo de octubre.

–Hembras de corzo: desde el 1 de enero hasta el cuarto domingo de febrero.


El Plan General de Caza de Castilla y León para la temporada 2023-2024 no se ha publicado aún, por lo que pudiera ofrecer alguna modificación en las fechas anteriores.



CATALUÑA / CATALUNYA

Según la resolución que fija los períodos hábiles de caza para la temporada 2023-2024 en Cataluña, se marcan los siguientes períodos hábiles para la caza del corzo:

–El periodo hábil es entre el primer domingo de abril de 2023 (día 2) y el tercer domingo de agosto de 2023 (día 20), exclusivamente para machos y con los métodos de aguardo o rececho.

–Entre el primer domingo de septiembre de 2023 (día 3) y el último domingo de noviembre de 2023 (día 26), ambos sexos y con cualquier método.

–Entre el primer domingo de enero de 2024 (día 7) y el último domingo de marzo de 2024 (día 31), exclusivamente para hembras y con cualquier método.



COMUNIDAD DE MADRID

Según la orden que regula los periodos hábiles de caza en la Comunidad de Madrid para la temporada 2022-2023 se fijan como periodos hábiles para la caza del corzo:

–Desde el día 1 de abril hasta el día 31 de julio para machos de corzo y desde el día 1 de septiembre al 15 de octubre, ambos incluidos, para machos y hembras de corzo.



COMUNIDAD FORAL DE NAVARRA

Según se indica en la orden foral que regula los períodos hábiles de caza en la Comunidad Foral de Navarra de la temporada 2022-2023, se establece como segundo período para la caza del corzo:

2.– Desde el 1 de abril de 2023 hasta el 31 de julio de 2023 se podrá cazar a rececho, todos los días, los ejemplares machos asignados en el cupo del Plan de Ordenación Cinegética, así como los corzos machos no abatidos en las modalidades autorizadas hasta el 26 de febrero.

También podrán abatirse, en este periodo, machos, hembras y crías únicamente en aquellos acotados que, por riesgo de daños, tengan asignados brazaletes neutros en los que no se especifica su sexo ni la edad del ejemplar.

Los cupos serán los determinados en el correspondiente Plan de Ordenación Cinegética.

Los resguardos de los brazaletes utilizados y los brazaletes no utilizados, deberán entregarse en las oficinas del Desarrollo Rural y Medio Ambiente, antes del 1 de septiembre de 2023.


COMUNIDAD VALENCIANA / COMUNITAT VALENCIANA

Los períodos hábiles de caza en los cotos de la Comunidad Valenciana se regulan por las directrices de ordenación cinegética de la Comunidad Valenciana; los planes técnicos de ordenación cinegética; y las memorias y planes anuales de gestión.

EXTREMADURA

La Resolución que establece los periodos y días hábiles de caza para la temporada 2023-2024, fija los siguientes periodos hábiles para el corzo:

–Rececho ordinario abierto: desde 1 de abril de 2023 al 31 de julio de 2023.

–Rececho ordinario cerrado: desde 1 de abril de 2023 al 30 de septiembre de 2023.

–Daños rececho hembra: desde 15 de julio de 2023 al 18 de febrero de 2024.

–Rececho gestión cerrado: desde 1 de abril de 2023 al 30 de septiembre de 2023.


GALICIA

La resolución que regula los períodos hábiles de caza en Galicia 2022-2023, se marcan los siguientes períodos y normas para la caza del corzo:

–En los terrenos bajo régimen cinegético común, con autorización del Servicio Provincial de Patrimonio Natural correspondiente, se podrán cazar mediante la modalidad de rececho, desde el 1 de abril de 2023 hasta el 31 de julio de 2023, en cualquier día de la semana.



LA RIOJA 

La orden de vedas de La Rioja 2022-2023 marca los siguientes periodos de caza del corzo a rececho de la temporada 2023-2024:

–La caza en rececho de corzo macho en la campaña 2023-2024 podrá ser autorizada, todos los días, en el periodo comprendido entre el viernes 7 de abril de 2023 hasta el domingo 6 de agosto de 2023, ambos inclusive.

–La caza en rececho de corzo hembra, en la campaña 2023-2024 podrá ser autorizada, todos los días, en el periodo comprendido entre el miércoles 15 de marzo y el domingo 30 de abril de 2023, ambos inclusive; entre el lunes 11 de septiembre y el viernes 29 de septiembre de 2023, ambos inclusive; y desde el lunes 1 de enero al miércoles 13 de marzo de 2024, ambos inclusive.


PAÍS VASCO / EUSKADI
Álava / Araba

La orden foral que regula las condiciones generales de caza en Álava para la temporada 2022-2023, fija los siguientes períodos hábiles para el corzo:

a. Recechos primaverales de machos: meses de abril, mayo y junio de 2023.

Días hábiles:

a) Los días hábiles para la caza en batida serán los jueves, sábados, domingos y festivos.

b) Los días hábiles de caza del corzo en rececho serán, salvo que el plan de seguimiento cinegético determine otra cosa, todos los días de la semana.


Guipúzcoa / Gipuzkoa

La orden foral que fija los períodos hábiles y las condiciones de caza en Guipúzcoa para la temporada 2022-2023, marca en general para la caza mayor:

a) Especies autorizadas: jabalí (Sus scrofa) y corzo (Capreolus capreolus).

b) Período hábil. El comprendido entre el 2 de septiembre de 2022 y el 2 de abril de 2023 y desde 22 al 31 de abril de 2023, siendo los días hábiles los jueves, sábados, domingos y festivos.

c) La caza del jabalí y del corzo se practicará en las Zonas de Caza Controlada declaradas, con arreglo a lo indicado en el plan cinegético correspondiente.

Vizcaya / Bizkaia

La orden foral regula la práctica de la caza en Vizcaya para la temporada 2022-2023, específica para el corzo:

–El periodo hábil para la caza de corzo macho a rececho estará comprendido entre el 15 de abril y el 30 de junio de 2023. Durante este periodo serán hábiles todos los días de la semana.

La caza a rececho en la comarca de Encartaciones se realizará con auxilio de guía.

La adjudicación de permisos se efectuará mediante sorteo. Junto con el modelo oficial de solicitud, se facilitarán las normas que regulan esta modalidad de caza, así como el importe a abonar.

La caza a rececho en zonas de caza controlada estará sujeta a lo recogido en sus respectivos planes técnicos de ordenación cinegética.



PRINCIPADO DE ASTURIAS

Según se establece en la resolución por la que se aprueba la Disposición General de Vedas del Principado de Asturias 2023-2024, se fijan los siguientes períodos para la caza del corzo macho:

–Corzo macho a rececho: desde el 1 de abril de 2023 hasta el 30 de junio de 20223; y desde el 1 de septiembre de 2023 hasta el 31 de octubre de 2023. Todos los días serán hábiles.

–Corzo macho en batida: desde el 1 de septiembre de 2023 hasta el 31 de octubre de 2023. Días hábiles: jueves, sábados, domingos y festivos.


REGIÓN DE MURCIA

La orden que fija los períodos hábiles de caza para la temporada 2022-2023 marca las siguientes normas para la caza del corzo:

–Muflón, gamo, corzo, arruí, jabalí y zorro mediante rececho, desde el 1 de mayo hasta el segundo domingo de febrero, ambos inclusive.