miércoles, 16 de junio de 2021

Juntas de Extinción de Alimañas (1/2). Miguel Ángel Romero. Artículo basado y transcrito de lo publicado en: • Monteros: El blog de la montería tradicional y las rehalas; y otras publicaciones. Club de Caza 14 junio 2021.

 Origen



En este post verán, con una cierta claridad, que la situación venatoria de hoy es una clara consecuencia de ayer y una nefasta gestión de pocos, pero indocumentados grandes propietarios y altos niveles de una administración juntos a quienes no les importan ni siquiera los difuntos que empiezan a dejar el estado del arte.

"Las Juntas de Extinción de Animales Dañinos fueron creadas oficialmente en el año 1953, aunque en algunas provincias ya funcionaban desde el año 1944 perdurando hasta su desaparición en 1970 con la ley de caza del citado año. En este periodo se dieron muerte a más de 650.000 animales considerados alimañas."

Escrito: Félix Sánchez Montes.

Lista negra de animales

Desde 1940, buscando una mayor protección para la caza y la ganadería y sin haber efectuado estudios previos, se procedió a la elaboración de una lista negra de animales que deberían de ser exterminados por su presunta actividad dañina. Los criterios utilizados para determinar lo que era considerado una alimaña no tenían nada que ver con cuestiones ecológicas, ya que sólo se buscaba un objetivo económico, sin considerar las posibles alteraciones que se iban a producir en la fauna silvestre. No existió una concepción integral de lo que era un determinado hábitat o nicho ecológico y del papel que desempeñaban las citadas especies en la cadena trófica.

Asimismo, tampoco se tuvieron en consideración los posibles beneficios que esas especies podían generar a la caza, tales como eliminación de animales débiles o enfermos.

Los mayores beneficiarios de esas políticas fueron los propietarios de los grandes cotos de caza mayor y los organismos públicos que administraban los cotos y reservas nacionales de caza.

«Administrador que administra y enfermo que enjuaga, algo traga».


Nada más terminar la dictadura del militar Franco, se tomaron medidas venatorias que dieron en denominarlas: «booms cinegéticos» cuando no fueron más que simples artimañas para repoblar hasta la saciedad y con inusitada avaricia los cotos del Régimen y de los Poderosos con el dinero de un pueblo que comenzaba a vaciarse en aras de que las industrias periféricas dispusieran de una mano de obra barata, o, los que emigraban a otros lugares mandaran o trajeran divisas desde el extranjero. ¡Vente para Alemania, Pepe! Y así lo hicieron con el agravante de dejar bien claro, siendo incierto, que en España la guerra civil (golpe de Estado) había extraído de los campos y montes más caza de la debida para matar el hambre. Motivo este por el que la caza había disminuido, los depredadores habían crecido demasiado y la mengua o mejor escrito: EL EXTERMINIO de las aves de rapiña (alimañas) no terminaban de encajar en el «BOOM» vendido al mundo entero como un verdadero prodigio según los libros de la época de los que algo he copiado y mucho lo he vivido y estudiado desde diferentes ópticas y épocas, en parte, para librarme de esos moscones que volverían a resucitar al Caudillo si pudieran.

Había que hacer algo al respecto. ¿No?


Se beneficiaron y siguen en ello todavía empujando a la gente para que se marchara a la ciudad o al extranjero con vistas usureras y de puro latrocinio a fin de comprarles sus bienes a precios de saldo o sin competencia o con competencia mancomunada. Ese era el pago a los caciques por hacer de chivatos pasando información a sus amos de lo que ocurría tanto en el pueblo como en sus alrededores. Se les amontonaba el trabajo, pues también acusaban a la gente que mataban y enterraban en las cunetas de las carreteras y… ahí siguen sin perrito que les ladre ni familiares que les reclamen.

Había que hacer algo. Y se hizo, pues desde 1940, se pusieron en marcha diferentes iniciativas en aras de mejorar la caza en España y empezaron poniendo en funcionamiento lo que por la Dirección General de Montes fue un servicio denominado Servicio Nacional de Caza y Pesca fluvial que se iba a ocuparse de la organización, protección y fomento de la caza, para lo que el citado servicio contaba con el trabajo de los funcionarios de alta alcurnia y el apoyo de un comité asesor perteneciente al «Régimen sin excepción». Esta iniciativa tenía un claro objetivo económico, pues generaba importantes beneficios a la Administración y a los propietarios particulares de grandes capitales basados en la agricultura y ganadería etc. O sea: en lo que hoy llamaríamos «Sector Primario». Además, en las cacerías se hacían grandes negocios y se siguen haciendo bajo la manera que describe magistralmente Luis García Berlanga en su trilogía de películas llevadas al cine. Películas que muestran un ácido retrato de la clase empresarial y política del tardofranquismo (primer lustro de los años setenta). Debido al éxito del primer filme le siguieron dos continuaciones más que conformaron la trilogía de la familia Leguineche: Patrimonio nacional (1981) y Nacional III (1982), que gozaron de las bendiciones de crítica y público. Berlanga se inspiró en las cacerías de Franco para realizar las tres películas.​

A partir de 1950, momento en el que comenzaron a proliferar los cotos de caza, públicos y privados, se tomaron diversas medidas para proteger estos espacios, en los cuales practicaban el arte venatorio determinadas personas pertenecientes a los grupos económicos más poderosos y miembros de la alta Administración del Estado.

La buena marcha de estos cotos y su rentabilidad económica se vinculó con la desaparición de todos aquellos animales que, como las aves rapaces o los cánidos, pudiesen causar daño a las especies venatorias. Desde entonces, la persecución de estas especies se intensificó y se establecieron incentivos económicos para estimular a los habitantes del campo en la persecución y aniquilamiento de aquellas. Más que la caza en general, se trataba de proteger aquellos cotos de caza mayor en particular, cotos en los cuales el desarrollo de actividades cinegéticas aportaba importantes ingresos a sus propietarios.


El Decreto del Ministerio de Agricultura, de fecha 11 de agosto de 1953, declaraba obligatoria la creación de las Juntas de Extinción de Animales Dañinos en el plazo de dos meses a partir de su publicación en el Boletín Oficial del Estado. Con la constitución de las Juntas se pretendía la eliminación de aquellos animales declarados perjudiciales para la caza, la agricultura y la ganadería. En virtud de esos objetivos, se estipulaba que en la composición de las Juntas debían de participar, además de los representantes de la Administración forestal, los propietarios de los cotos de caza y los representantes de los ganaderos (siempre y cuando pertenecieran al Movimiento). De esta manera, cada Junta provincial quedaría presidida por el Ingeniero Jefe del Distrito Forestal y también pasarían a formar parte un representante del Gobernador Civil, un miembro del sindicato oficial, tres ganaderos y tres propietarios de cotos, nombrados por la Dirección General de Montes.

En buena medida, la geografía de las Juntas venía determinada por la existencia de cotos o reservas nacionales de caza en las provincias españolas.

En 1944 existían las reservas de caza y cotos públicos de las provincias de Ávila, Oviedo, León y Santander.

Posteriormente se fueron constituyendo otros en las provincias de Huesca, Jaén, Toledo, Málaga, Lérida, Lugo, Guadalajara, Palencia, Badajoz, Ciudad Real y Teruel.


Por su parte, los cotos de carácter privado proliferaban en las grandes fincas ubicadas al sur del Sistema Central, en las provincias de Córdoba, Huelva, Jaén, Sevilla, Ciudad Real, Toledo y Cáceres, entre otras. Sus dueños eran grandes propietarios y destacados miembros de la burguesía financiera e industrial (Aznar, Gamero, Garnica, Mac-crohon, Oriol, Osborne, Ybarra, Urquijo), así como los herederos de antiguos patrimonios nobiliarios (Marqués del Mérito, Marqués de Salinas, Conde de Aguilar, Conde de Caralt, Conde de Gamazo, Conde de Yebes).

El trabajo de las Juntas debería comenzar por organizar los planes de lucha contra las alimañas, para lo cual podían suministrar venenos y otros medios de extinción a aquellas personas que los solicitasen. Estas personas, denominadas alimañeros, tenían derecho a percibir ayudas económicas y premios, según el número de piezas cazadas.

Los fondos utilizados por las Juntas procedían, en forma de subvenciones y donaciones, de diversas fuentes: del Servicio Nacional de Caza, de los presupuestos de los Ayuntamientos y de las asociaciones de ganaderos y cazadores.

En la justificación de motivos se alegaba que en aquellas provincias en que ya funcionaban las Juntas de Extinción unos resultados que habían sido excelentes, pues se habían eliminado cientos de alimañas y ello había beneficiado, en su opinión, a la ganadería y a los cazadores.

Es posible que el legislador conociese la estadística de animales eliminados por la Junta de Extinción de la provincia de Santander, la primera que se constituyó en España en el año 1944. Esta provincia tenía una importante cabaña ganadera que pastaba en régimen de libertad y siempre había destacado por la existencia de abundante de caza mayor, especialmente en la zona de Picos de Europa. Precisamente, fue aquí donde se creó uno de los primeros Cotos Nacionales de Caza, el 9 de abril de 1932, durante la II República Española. Dicho coto, denominado Coto Nacional de Picos de Europa, incluía el municipio de Potes, en la provincia de Santander, y los de Panes y Cabrales, en la provincia de Oviedo.

Ciertamente, la actividad de la Junta de Extinción establecida en Santander había conseguido en sus primeros años de existencia notables éxitos en su empeño por reducir el número de depredadores que atacaban al ganado y este hecho, muy divulgado en los medios de comunicación de la provincia, no podía dejar de llamar la atención de las Autoridades forestales.

Un ingeniero forestal, buen conocedor del tema, afirmaba que: «Era de capital importancia disponer de fondos suficientes para que los cazadores de alimañas recibieran los premios necesarios para que les alentasen y recompensen de los gastos, molestias y tiempo que empleaban en tan ‘magna’ empresa».


Consciente de esa situación, el Servicio Nacional de Caza y Pesca fue una de las instituciones que apoyó a las Juntas con una subvención anual que se distribuía en función de la actividad desarrollada por las citadas Juntas. La aportación era modesta pero su carácter regularizado permitía a las Juntas contar con un presupuesto anual mínimo, máxime teniendo en cuenta que las contribuciones de los Ayuntamientos rurales y otras asociaciones de cazadores o ganaderos no se ingresaban con puntualidad. Seguimos igual. No obstante, en la mayoría de las provincias los municipios estaban obligados al pago de un canon anual como aportación a la Junta respectiva, al igual que las asociaciones de ganaderos y cazadores.

Cada especie tenía un valor previo asignado por la Junta que era abonado en el momento de su presentación. Este valor, medido en puntos y que posteriormente se convertía en pesetas, no era el mismo en toda España y podía ser modificado en función de determinados criterios. Por ejemplo, en 1956 la Junta de Guadalajara elevó el valor concedido al búho real: «Ya que por razón de sus dimensiones y potencia combativa pueden ser elevados los daños que ocasiona a la caza». Sin embargo, las subvenciones no se fueron incrementando anualmente por lo que a comienzos de los años 60, a medida que aumentaban las piezas abatidas, las Juntas no disponían del presupuesto suficiente para hacer frente a sus gastos, lo cual repercutía negativamente en su actividad y provocaba el rechazo de los alimañeros, que no veían recompensado su esfuerzo. En 1965, el Gobernador Civil de Ciudad Real declaraba que el problema económico de la Junta de Extinción era cada vez mayor y no había posibilidad de solucionarlo: «Ya que por todos los medios a nuestro alcance no se nos han concedido más que 82.897 pesetas y sólo la captura de animales se ha elevado en 1964 a 106.503 pesetas, cifra que expresa claramente la gran labor realizada si se tiene en cuenta que en 1961 se pagaron por tal concepto 51.239 pesetas». En general, todas las especies fueron sometidas a una persecución intensa en la que se emplearon todo tipo de artes y no se tuvieron en cuenta los períodos de reproducción. Las especies que tenían una peor consideración entre ganaderos y cazadores posiblemente fuesen el lobo (Canis lupus) y el zorro (Vulpes vulpes), dado que eran las que más daño causaban a sus cabañas y por las que más dinero abonaba la Administración. No obstante, la actuación de los cazadores afectó a muchos otros animales, como podemos ver en el siguiente cuadro que recoge los apresamientos efectuados en las provincias en las que existía la correspondiente Junta.


En fin, con esos resultados en la mano, verdaderamente notables, parecía evidente que éste era el instrumento más adecuado para proceder al exterminio del enemigo. Es decir, una organización de ámbito provincial que gozase de autonomía y con cierta capacidad económica, que estuviese dirigida por personal cualificado y fuese apoyada por los grupos sociales y económicos influyentes. Los éxitos alcanzados por las primeras Juntas fueron divulgados de manera profusa y con tono elogioso en diversas publicaciones oficiales. Así, a la hora de hacer el balance de sus actividades en 1956, la Dirección General de Montes, Caza y Pesca fluvial enaltecía la labor de aquéllas:

«Merece consignarse la plausible labor que están desarrollando las Juntas de extinción de animales dañinos y de protección a la caza de varias provincias, cuyo haber en el año 1956 puede estimarse en la destrucción de 221 lobos, 3.787 zorros, 28 garduñas, 322 gatos monteses, 581 jinetas, 19 linces, 26 nutrias, 253 tejones, 376 turones, 2.196 águilas y otras rapaces, 1.224 córvidos, 4.222 urracas, 45.095 nidos y huevos de urraca y 385 reptiles». Desde una perspectiva actual el balance es aterrador, en opinión de la Dirección General no estaba mal, al menos para empezar, expresiones semejantes fueron empleadas en años sucesivos, en los que la cosecha de alimañas también fue meritoria.


Por eso, una de las mayores preocupaciones de las Juntas era la de conseguir el dinero necesario para hacer frente a sus gastos y poder recompensar el esfuerzo de los alimañeros. Un ingeniero forestal, buen conocedor del tema, afirmaba que: «Era de capital importancia disponer de fondos suficientes para que los cazadores de alimañas recibieran los premios que les alienten y recompensen de los gastos, molestias y tiempo que han de emplear en la empresa». Consciente de esa situación, el Servicio Nacional de Caza y Pesca fue una de las instituciones que apoyó a las Juntas con una subvención anual que se distribuía en función de la actividad desarrollada por las mismas. La aportación era modesta pero su carácter regularizado permitía a las Juntas contar con un presupuesto anual mínimo, máxime teniendo en cuenta que las contribuciones de los Ayuntamientos rurales y otras asociaciones de cazadores o ganaderos no se ingresaban con puntualidad. No obstante, en la mayoría de las provincias los municipios estaban obligados al pago de un canon anual como aportación a la Junta respectiva, al igual que las asociaciones de ganaderos y cazadores.

En el siguiente cuadro podemos ver la evolución de las subvenciones concedidas por el Estado a las distintas Juntas a lo largo de varios años.


De alimañeros, guardas y hasta carboneros, tenemos mucha legislación desde el Pleistoceno. Pero a algunos les va muy bien aun cuando les salga el tiro por la culata como en el caso del urogallo o del lince. Cuantos millones se han gastado en mantener a unos indocumentados tanto por saber más de lo debido como por interpretar al revés cuatro fotografías. Pero el tema resulta tener gancho retratándose los políticos al lado de un oso como el señor Revilla hablando de su oso Furaco. Charlatanes de feria todos ellos que triunfan con menesteres tales y enchufan a sus leales. ¡Qué coches 4x4 llevan los vigilantes, que dicho sea de paso, hay más que osos y encima hacen outsorucing cuando hay que doblar el lomo! Señoras y señores, amar al oso no es tratarlo de domesticar e incluso humanizarle. No. No se escandalicen, por favor, pero demuestra más amor quien los caza que quien les tortura de por vida en circos y cercones al aire libre. Pero hombres de Dios, con sus recetas de Cagliostro les vuelven locos y atacan sin piedad a quienes practican esta iniquidad. Lo malo es que pagan justos por pecadores.

Cuanto se ha escrito del oso pardo en España y… todos libros dicen lo mismo con modificaciones parvularias. Escribiremos de los famosos alimañeros asturianos especializados en la captura del oso pardo cantábrico, tanto asturiano como palentino, navarro o maragato, pues de esos hay, hubo y habrá.

Ahora les ha dado por presumir de Ciencia a nuestros probos y competentes desocupados, de esos que no encuentran trabajo en la administración… Pero hombres y mujeres de Dios, la ciencia no sobra en ninguna parte, pero no es nada, si no se refiere a algo en concreto en un mundo que cada vez tiene más claro que el trabajo debe de ser multidisciplinar. ¡Qué bonito es cobrar por lo que no se va a controlar! Escribiré sobre todos los factores que intervienen en la caza. Y no lo olviden: «toda esta patraña de profesiones liberales receptoras de contratos multidisciplinares, plurianuales y de gastos de gestión ampliada, buscan el ‘outsourcing descarado’. Aquí sobra pan para tanto chorizo». No, no vamos a mejor en nada y en la caza… menos todavía. Ay la caza, la caza… Claro que lo dejó atado y bien atado para los del Régimen… Y quienes le sucedieron no le fueron a la zaga. No. Mucho parrapleo y poca Cárcel.


Me gustaría dejar bien claro que con la política de las RESERVAS Y COTOS NACIONALES DE CAZA sólo salieron ganando los del «Régimen», los ricos de por casa (generalmente los hijos de los caciques pueblerinos responsables de vaciar España) y los que hasta ahora han seguido con privilegios que claman al Cielo. Sepan que a pocos, muy pocos, han encarcelado por tamaño sacrilegio y a otros los tienen en puertas. ¿Encima, para recochineo del pueblo, quieren arreglar el tema a través de las Reservas Nacionales y los Cotos no dejando cazar en ellos. Escribiré sobre esto y sobre quienes practican las regalías con las que se camuflan semejantes iniquiedades.

Hay «barberos de difuntos» que se autodenominan «estilistas de Tanotestética» y que si el maquillado abriera un ojo, le rompería los morros. Extrapolen esto a la caza y verán muchas similitudes.

En fin, con esos resultados en la mano, verdaderamente notables, parecía evidente que éste era el instrumento más adecuado para proceder al exterminio del enemigo. Es decir, una organización de ámbito provincial que gozase de autonomía y con cierta capacidad económica, que estuviese dirigida por personal cualificado y fuese apoyada por los grupos sociales y económicos influyentes. Los éxitos alcanzados por las primeras Juntas fueron divulgados de manera profusa y con tono elogioso en diversas publicaciones oficiales. Así, a la hora de hacer el balance de sus actividades en 1956, la Dirección General de Montes, Caza y Pesca fluvial enaltecía la labor de aquéllas: «Merece consignarse la plausible labor que están desarrollando las Juntas de extinción de animales dañinos y de protección a la caza de varias provincias, cuyo haber en el año 1956 puede estimarse en la destrucción de 221 lobos, 3.787 zorros, 28 garduñas, 322 gatos monteses, 581 jinetas, 19 linces, 26 nutrias, 253 tejones, 376 turones, 2.196 águilas y otras rapaces, 1.224 córvidos, 4.222 urracas, 45.095 nidos y huevos de urraca y 385 reptiles». Desde una perspectiva actual el balance es aterrador, en opinión de la Dirección General no estaba mal, al menos para empezar». Así, tuvieron cuartelillo para lanzar a los cuatro vientos expresiones similares empleadas en años sucesivos, en los que la «cosecha de alimañas» también fue meritoria.

Por eso, una de las mayores preocupaciones de las Juntas era la de conseguir el dinero necesario para hacer frente a sus gastos y poder recompensar el esfuerzo de los alimañeros. Un ingeniero forestal, buen conocedor del tema, afirmaba que: «Era de capital importancia disponer de fondos suficientes para que los cazadores de alimañas reciban premios que les alienten y recompensen de los gastos, molestias y tiempo que han de emplear en la empresa». Consciente de esa situación, El Servicio Nacional de Caza y Pesca fue una de las instituciones que apoyó a las Juntas con una subvención anual que se distribuía en función de la actividad desarrollada por las mismas. La aportación era modesta pero su carácter regularizado permitía a las Juntas contar con un presupuesto anual mínimo, máxime teniendo en cuenta que las contribuciones de los Ayuntamientos rurales y otras asociaciones de cazadores o ganaderos no se ingresaban con puntualidad. No obstante, en la mayoría de las provincias los municipios estaban obligados al pago de un canon anual como aportación a la Junta respectiva, al igual que las asociaciones de ganaderos y cazadores.

En el siguiente cuadro podemos ver la evolución de las subvenciones concedidas por el Estado a las distintas Juntas a lo largo de varios años.


Con esas ayudas y subvenciones, las Juntas pagaban las capturas a los alimañeros, concedían premios a los más destacados y divulgaban los logros alcanzados. Las cantidades abonadas por las Juntas constan en el siguiente cuadro.


Si queremos completar el cuadro podemos incluir otra serie de especies, incluyendo volátiles y reptiles, que también fueron víctimas de ese frenesí sanador. Y los incluiré. Faltaría más.

Así se estudiará el cuadro del próximo post ubicado en esta misma web.

Si ustedes navegan por las webs de las antiguas estructuras del Régimen, observarán y comprenderán muchas mentiras con las que nos hicieron comulgar como si se tratara de piedra de molino. Y … verán que una cosa fue lo que ocurrió, otra como nos la cuentan que ocurrió y otra más como pasó a formar parte de una historia que conculca los hechos con las falaces mentiras de los intereses que no han variado desde los primeros albores de la humanidad.


*Artículo basado y transcrito de lo publicado en:







• BIBLIOTECA personal de Miguel Ángel Romero Ruiz.


1968. Escrito y fotografiado por Eduardo J. Corbellé Rico y Eduardo Rico Boquete. (Posiblemente el mejor resumen de la época, pero no el único)

• Modificaciones y resumen: Miguel Ángel Romero Ruiz

• Soporte principal: FEDERCAZA mayo.

• Fotografías : Ayuntamiento de Vitoria – Gasteiz, Federcazamayor – Félix Sánchez Montes y Miguel Ángel Romero Ruiz.

• Cuadros estadísticos: varios procedentes de los libros oficiales de la época.

• Modificación de las formas de los cuadros estadísticos: Miguel Ángel Romero Ruiz.

Pudiera ocurrir que me jugara alguna pasada la memoria, cosa que a mi edad no es de extrañar y aun cuando tengo buen cuidado, algo me puede salir mal, cosa por la que les pido perdón si así fuera. Ah, los de ahora no son mejores que los de antes, no, todos ellos son unos verdaderos robaperas.

martes, 15 de junio de 2021

Descarga GRATIS el libro "Ecos del monte" de Pedro Castro, "Periquillo Valdueza".

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Pedro Castro García, "Periquillo Valdueza" nació en 1926, en los Montes de Toledo, después de una infancia difícil, a los diecisiete años, inicia su aventura profesional en el campo de la caza tradicional española, y sobre todo, en su entrega al estudio en la búsqueda de un perro ideal para este tipo de caza. 

Pretende un perro con cualidades especiales para la caza del jabalí y el ciervo, estudia carácter, fuerza, fidelidad, ligereza, olfato... después de muchos cruces y experimentos, consigue un perro con las propiedades deseadas. A estos perros se les conoce por (perros Valdueza), nombre que les viene dado por la clase de los Marqueses de Valdueza, para la que Pedro trabajó durante cincuenta y seis años. 

Pedro Castro era un maestro de la caza, un inconformista que buscó más allá, para cualificar y configurar un perro idóneo, pero sobre todo es un hombre respetuoso con la naturaleza y ejemplo de valores humanos.

Pedro Castro, conocido como 'Periquillo Valdueza', un referente en el mundo de la caza en España, falleció a los 94 años en Piedrabuena (Ciudad Real), como consecuencia del coronavirus.

La obra es una transcripción de manuscritos realizados por él a lo largo de sus sesenta años de perrero, en los que habla de emociones, experiencias y sentimientos sobre sus perros, sobre los monteros, sobre la familia Valdueza y sobre muchos de sus amigos.

*Libro cedido a la Asociación Española de Rehalas.

lunes, 14 de junio de 2021

Descarga gratis la Guía de buenas prácticas del rehalero. Asociación Española de Rehalas. 14 de junio 2021.

 Origen



NOTA DE PRENSA ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE REHALAS

PRESENTACION OFICIAL DE LA GUÍA DE BUENAS PRÁCTICAS DEL REHALERO.

Madrid, 14 de junio de 2021

En el seno de la edición 2021 de la feria Cinegética, se ha llevado a cabo la presentación de este trabajo realizado por la Asociación Española de Rehalas en colaboración con la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Córdoba. El acto fue presentado por el director de la feria Rodrigo Moreno de Borbón, al que siguieron las intervenciones de la presidenta del Real Club de Monteros, Carmen Basarán, Alonso Álvarez de Toledo, Marqués de Valdueza, Antonio Arenas, Jefe de Departamento de Sanidad Animal de la Facultad de Veterinaria de Córdoba y Alfonso Aguado, presidente de la A.E.R., que cerró el acto agradeciendo a todos sus aportaciones.

La Guía de Buenas Prácticas pretende ser un referente permanente para los rehaleros en materia de bienestar animal. Un documento que contiene propuestas y recomendaciones para mejorar las condiciones de nuestras perreras. Por ello debe ser y va a ser, accesible a todos los que estén interesados en su contenido, que puede ser consultado en nuestra web www.asociacionrehalas.com

Nuestra propuesta es la formación, la educación en una materia esencial, directamente relacionada con la calidad de nuestras rehalas y la selección de los perros que las componen. No en vano, los rehaleros ya hemos conseguido el reconocimiento de varias razas autóctonas de perros destinados a esta actividad. En este sentido, la Guía de Buenas Prácticas pretende también ser un homenaje al trabajo diario, con una dedicación 365 días al año, que vienen realizando nuestros rehaleros, en su afán de presentar las mejores recovas para el disfrute de todos los monteros. Eso se llama afición.

Esta obra, que también ha sido divulgada previamente en una serie de vídeos, no habría sido posible sin el apoyo de las entidades patrocinadoras, a las que expresamos nuestro agradecimiento: Real Club de Monteros, Safari Club Internacional, Helvetia, Kyrema y Rasher Caza.

Por último, no podemos olvidar las aportaciones del equipo humano que se ha volcado en el resultado final, que va a quedar como un documento referente en la materia. A todos ellos, nuestra más sincera enhorabuena.

Alfonso Aguado Puig.
Presidente A.E.R.

jueves, 10 de junio de 2021

Buscan prohibir la caza y la tauromaquia en Portugal. Club de Caza. 9 de junio 2021.

 Origen


Alba Ruiz Flores

El mundo rural portugués se manifiesta en Lisboa y los animalistas del país vecino contraatacan asegurando que prohibirán las caza y los toros.

El partido Personas-Animales-Naturaleza promete luchar por su Movimiento Estratégico Global acabando con actividades como la caza y los toros.

En su programa Las Causas Primero, ya presentado en el VIII Congreso del partido, defiende el decrecimiento de las industrias contaminantes y destructivas, considerando la agricultura una de esas actividades, la pesca o la industria del automóvil. Además, habla de fomentar la producción de verduras y carnes de laboratorio, así como la agricultura orgánica.

Tales declaraciones se han hecho publicas como respuesta a la manifestación que defendía todo lo contrario a lo mencionado hasta ahora celebrada el pasado sábado en defensa del Mundo Rural, la caza y las tradiciones.

Tira y afloja constante

En el desarrollo de la manifestación se quiso dejar claro por parte de Luís de Gusmão, presidente de Juntos por el Mundo Rural, que «el PAN es uno de nuestros blancos». Además, añadía a la TSF que «todos los meses, en la Asamblea de la República, los partidos animalistas intentan aprobar decretos de ley para prohibir definitivamente la caza en Portugal. Lo están consiguiendo a cambio de la aprobación de los Presupuestos del Estado con el Gobierno portugués».

Para defender las actividades añadía: «Entendiendo esto como toda la universalidad de realidades que caracterizan y son parte integrante del ámbito rural, como el folclore, la artesanía, la gastronomía, las pronunciaciones y costumbres, así como todas las actividades que allí se practican, principalmente, actividades agrícolas, uso racional de los recursos naturales, tauromaquia, apicultura, con especial énfasis en las abejas como polinizadoras, encargadas de velar por la consagración de la biodiversidad y la humanización de los bosques».

Adiós a la caza y la pesca

Otro de sus fines además de los ya mencionados es la abolición de la tauromaquia y la caza.

Tales actos son catalogados por ella como prácticas anacrónicas que persisten, incluyendo además las carreras de perros o la pesca deportiva.

De este modo, garantiza que el partido del país vecino «seguirá luchando por la alteración de la ley cinegética, siendo incomprensible la impunidad que persiste por parte de este sector».

Críticas a la caza

En su mencionado movimiento Estratégico Global acusa a la actividad cinegética de violencia por el uso de palos y lanzas además del aprovechamiento de manadas de perros para cazar y así presionar la diversidad, mencionando como ejemplo el supuesto «desastre ecológico y el exterminio de animales» que tuvo lugar en Torre Bela.

Además, añade que no puede ser posible que mediante la actividad se disfrute a causa del «sufrimiento» de los animales, criticando también el impacto que, según el partido, tiene el uso de las municiones de plomo en la salud ambiental, humana y animal.

Declaraciones al respecto

Por otro lado, la moción de Inês de Sousa Real ha destacado que «la caza ha tenido toda la cobertura del Estado en la aniquilación de varias especies: se mataron lobos y ahora se matan jabalíes, porque faltan lobos para el control poblacional; el conejo era uno de los animales más abundantes de la Península Ibérica y ahora es raro y está en peligro de extinción; los ríos ya no son libres, las presas obsoletas permanecen en un paisaje cada vez más degradado».

Además, hacen mención a especies como la paloma, que «hoy están sujetas a incomprensibles políticas de captura y matanza, llamadas 'plagas' o utilizadas en actividades claramente nocivas como la caza o el tiro. Para el PAN es urgente cambiar la forma de tratar a estos animales, que parte del reconocimiento de que las palomas también son animales urbanos».

Personalidad jurídica propia

Además, hay que tener en cuenta que para el actual líder del partido, en el año 2017 los animales fueron dotados de personalidad jurídica propia, siendo así separados del concepto legal de cosas.

Dando este paso, llegaba una nueva visión de otras especies que ya se subrayaba por la reforma al código penal que criminalizaba prácticas como el maltrato o el abandono. Sin embargo, no estuvo acompañada realmente de legislación complementaria, ni de la abolición de las prácticas consideradas como «anacrónicas» por los animalistas: las corridas de toros, las carreras de perros, la caza, la pesca deportiva.

martes, 8 de junio de 2021

Impacto de la Covid-19 en la actividad cinegética durante el primer año de pandemia, realizado por la Fundación Artemisan. 8 de junio 2021.

 



Las empresas del sector cinegético sufrieron pérdidas generalizadas por las restricciones de movilidad durante la Pandemia

Las distintas modalidades de caza y prácticamente todas las empresas del sector se han visto afectadas por las limitaciones, según un estudio de Fundación Artemisan.

Madrid, 8 de junio 2021.

Las empresas del sector cinegético sufrieron pérdidas generalizadas debido a las restricciones de movilidad entre las Comunidades Autónomas decretadas por el Gobierno Nacional y las Comunidades Autónomas durante la declaración del Estado de Alarma por la Covid-19.

Así se desprende del estudio sobre el impacto de la Covid-19 en la actividad cinegética durante el primer año de pandemia, realizado por la Fundación Artemisan a través de la recopilación y estudio de datos de diversas fuentes relacionadas con la caza, que incluyen administraciones, federaciones, asociaciones, empresarios del sector de la carne de caza, taxidermistas, organizadores y distribuidores de armamento, munición y óptica, entre otros.

Las empresas de organización cinegética han sufrido descensos en su actividad de entre el 85 % y el 95 %. Igualmente, la carne de caza, que se consume casi al 100 % en hostelería, restauración y empresas de catering, ha sufrido un descenso directo y acusado tanto en el mercado nacional como en el de la exportación, debido a las restricciones de movilidad y las limitaciones de apertura de establecimientos.

Por su parte, las empresas de taxidermia han registrado descensos importantes de actividad, de en torno al 20 % y el 30 %, mientras que las empresas dedicadas a venta de armas, ópticas, munición de caza, etc. han sufrido descensos de entre el 75 % en el caso de rifles y escopetas, el 67 % en óptica y el 15 % en munición metálica.

AFECTADAS TODAS LAS MODALIDADES DE CAZA

Del informe se desprende también que todas las modalidades de caza se han visto afectadas en distinta medida, en función de si son practicas a nivel local y por pocos cazadores, o si requieren la llegada de cazadores de otras comunidades o de fuera de España, así como de la participación de varios cazadores.

En cuanto a la caza mayor, se ha producido una disminución en la celebración de monterías de entre el 25 % y el 40 %. Estos datos coinciden con la disminución de trofeos homologados oficialmente. Además, la inmensa mayoría de monterías de “invitación”, actos principalmente sociales, se han suspendido. En cuanto a los recechos, la cabra montés ha sido la especie que más ha visto reducida su caza debido principalmente a la ausencia de mercado internacional.

Además, el descenso en la actividad cinegética ha supuesto un descenso de extracción de especies como jabalí o cabra montés, por lo que, si con un esfuerzo normal sus poblaciones estaban en claro ascenso, es de esperar que tras el primer año de pandemia el crecimiento sea aún más acusado.

Respecto a la caza menor, destaca el descenso acusado en la caza de perdiz al ojeo, por tratarse de una actividad colectiva y, además, por atraer cazadores procedentes de otras CCAA o países, con la consecuente pérdida de jornadas de caza, puestos de trabajo e ingresos económicos. También ha descendido el número de capturas de becada por las restricciones de movilidad entre CCAA.

Otro de los resultados que arroja el informe es la reducción significativa de las licencias de caza (entre 75.000 y 90.000 licencias menos que en la temporada anterior), pero no así el número de cazadores federados y seguros de caza que apuntan, incluso, a un ligero incremento.

Esto se debe a las restricciones en los movimientos entre CCAA, ya que, especialmente la caza menor, solo se ha podido practicar dentro de la Comunidad, provincia e, incluso, municipio; cuando habitualmente los cazadores tienen varias licencias para cazar en diferentes CCAA.

En la misma línea, las licencias interautonómicas de comunidades autónomas como Extremadura o Castilla y León se han mantenido estables, mientras que en Madrid descendieron de forma acusada, signo evidente de la disminución de las salidas de los cazadores madrileños a otras comunidades.

Fundación Artemisan agradece a empresas, federaciones, administraciones, asociaciones y particulares la participación en este estudio ofrece una imagen real del significativo impacto de la crisis de la Covid-19 en la caza, que se ha producido no solo a nivel económico, sino también a nivel social y ecológico, efectos estos últimos que serán más visibles con el paso del tiempo.

domingo, 6 de junio de 2021

El mejor vídeo de caza del jabalí. The best wild boar hunting video. Aimpoint Trailer: Wild Boar Fever 4.





La caza de jabalí debe llevarse a cabo con ética, al igual que con toda la caza. El cuidado que damos a los animales salvajes, la forma en que llevamos a cabo la caza en sí, la forma en que matamos al animal y cómo tratamos la caza sacrificada, está contenido dentro del concepto de ética de caza. Los cazadores ven el lance como un recurso que debe gestionarse con una perspectiva a largo plazo.

Even though we need to manage the wild boar strain, wild boar hunting should be conducted with high ethics, just as with all hunting. The care we give to the wild animals, the way we conduct the hunting itself, the way we kill the animal and how we treat the killed game, that is contained within the concept of hunting ethics. Hunters see the game as a resource to be managed with a long-term perspective.

viernes, 4 de junio de 2021

Congreso: El Gobierno controlará las poblaciones de jabalíes. Club de Caza. 4 de junio 2021.

 Origen

Los ministerios de Agricultura y Transición Ecológica colaborarán con las comunidades autónomas para elaborar y poner en marcha una Estrategia Nacional de Control de Poblaciones de Jabalíes Silvestres.


Antonio López Espada

Una intervención en el Congreso que cuestionaba sobre los daños ocasionados por los jabalíes obtuvo una sorprendente respuesta por parte del Gobierno: el Ministerio de Agricultura, junto al de Transición Ecológica y en colaboración con las autonomías, se encuentra en pleno desarrollo de un plan de gestión de las poblaciones de jabalíes.

Hasta ahora no ha trascendido qué medidas incluirá esta Estrategia Nacional de Control de Poblaciones de Jabalíes Silvestres. Lo que sí ha admitido el Gobierno central es que lo que se busca es garantizar una gestión adecuada de las poblaciones de la especie y así reducir los daños que ocasiona a la agricultura, a la biodiversidad y al medio ambiente.


Pero lo que ha movido al Gobierno a comenzar a actuar es la amenaza de la Peste Porcina Africana, que ha llegado al sur de Bélgica y amenaza a toda la Unión Europea.

Aseguran que los cazadores colaborarán

Desde el Gobierno han asegurado que las medidas, que aún no han trascendido, se establecerán de manera consensuada con cada comunidad autónoma y, lo que realmente interesa, en estrecha colaboración con las asociaciones representativas del sector cinegético.

Lo único que sabemos hasta el momento es que se desarrollará un plan de monitorización de las poblaciones de jabalí para establecer unos indicadores de población deseables y, cuando los números de ejemplares los excedan, cada autonomía pueda elegir entre el paquete de medidas aquellas que mejor se ajusten a sus circunstancias.

jueves, 3 de junio de 2021

Cuenta atrás para la caza de la perdiz roja. Europa estudia su prohibición junto con otras especies. El Periódico de Extremadura. 3 de junio 2021.

 Origen

Comienza el proceso para intentar prohibir la caza de la perdiz roja y la federación pide reunirse con el MAPA.


La Real Federación Española de Caza (RFEC) reunirá a sus órganos directivos y tendrá un encuentro urgente con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, para estudiar en profundidad la nueva propuesta del Comité NADEG de la Comisión Europea (CE), en la que se inicia el proceso para intentar prohibir la caza de la perdiz roja y otras especies cinegéticas que han sido incluidas dentro del listado de aves que se encuentran en un estado amenazado.

En este listado, se incluyen especies como la perdiz roja, el avefría, el ánade rabudo, el porrón europeo y el porrón moñudo, y se pretende limitar o prohibir su caza como única solución para mejorar su estado de conservación, sin tener en cuenta otras medidas para mejorar su hábitat, y a pesar de que precisamente esa pérdida de hábitat es la principal causa de regresión de estas especies.

La propuesta de actuación, que fue debatida en la última reunión del grupo de expertos sobre las Directivas Aves y Hábitats de la Comisión Europea, NADEG, ha sido remitida al ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) para que recopile las aportaciones de las distintas Comunidades Autónomas, ya que las medidas propuestas afectan directamente a las regulaciones y las competencias de cada región.

Teniendo conocimiento de la gravedad de este nuevo ataque a la actividad cinegética, desde la RFEC se ha solicitado una reunión urgente con el MAPA para conocer su postura y exigir una respuesta firme del Gobierno de España ante esta nueva imposición de la Comisión Europea.

Desde la entidad federativa se lleva tiempo alertando de esta peligrosa deriva anticaza de la CE, ya que, como se ha demostrado con la moratoria de la tórtola, el único fin del organismo europeo es acabar con su caza y no trabajar en su recuperación, al no implementar ninguna medida en recuperar su hábitat cuando ésta es la principal causa en el descenso de sus poblaciones. En este sentido, el presidente de la Real Federación de Caza, Manuel Gallardo, ha señalado que «no vamos a permitir que la deriva prohibicionista, ultraecologista y anticaza de la Comisión y el ministerio de Transición Ecológica prohíba nuestra actividad y terminen con la labor de conservación que los cazadores llevamos desarrollando durante años».

Para Gallardo, «es inadmisible que sólo se ponga el foco en la actividad cinegética cuando el principal problema de estas especies es la pérdida de hábitat». «Haremos todo lo necesario para defender los derechos de los cazadores y demostrar la importancia del sector cinegético ante Europa», concluye.

Prueba de ello son los proyectos de conservación como ‘Coturnix’, ‘Zorzales’ o el ‘PIRTE’, que se han puesto en marcha desde la RFEC en colaboración con entidades como la Fundación Artemisan y Mutuasport, «para anticiparnos y demostrar con datos científicos la importante labor de la gestión cinegética para las propias especies».

miércoles, 2 de junio de 2021

Caza de jabalíes gigantes al salto con xarnegos y alanos españoles. Club de Caza. 1 de junio 2021.

 Origen

Esta es la modalidad de caza que apasiona a este cazador valenciano. Se enfrenta a cochinos de impresionantes trofeos en los duros montes de aliagas y zarzas de la costa levantina.

Javier Fernández.


Álvaro López es un rehalero valenciano propietario de una cuadrilla de perros compuesta por xarnegos, podencos valencianos originarios de la Comunidad Valenciana. La fuerza bruta a la rehala la aportan varios alanos españoles. Después de muchos años de experiencia, se ha decantado por estas razas de perros dadas sus grandes habilidades y su gran adaptabilidad para la caza en todo tipo de terrenos. Los xarnegos aportan su gran olfato, la rapidez y tenacidad a la hora de seguir el rastro de las piezas.

Estos son los perros de Álvaro, muy eficaces ante grandes jabalíes.

Un lance al jabalí al salto que te pondrá los nervios a flor de piel

En este artículo, Álvaro quiere compartir con todos nosotros el lance en el que abatió el mayor jabalí de su vida:

"Como cada fin de semana, me dirigí a una zona del acotado que gestionamos para cazar junto a mi cuadrilla de compañeros. Estaba muy tomada y en los árboles había numerosas marcas de colmilladas, que delataban la presencia de un gran navajero en la mancha. Sabía que allí rondaba una bestia. Soltamos los perros bien temprano, a las 10 horas, pero pese al gran trabajo de los canes y a las evidencias de la presencia de jabalíes en la zona, no levantaron ningún cochino. A las 16 horas, uno de mis xarnegos, Pincho, detectó a un cochino en su encame a 500 metros de donde me encontraba. A su ladra acudió el resto de perros de la rehala, produciéndose una vertiginosa carrera que se detuvo a 300 metros del lugar en el que levantaron al macareno.

Yo, que había podido ver el tamaño del jabalí, me dije a mí mismo que allí estaba la bestia. Consciente de la peligrosidad del lance para los perros, corrí todo lo rápido que me permitieron las piernas para llegar al lugar en el que el solitario plantaba cara a los perros.

El jabalí, nada más verme, se abalanzó contra mí. Por suerte, pude efectuar un único disparo con la escopeta semiautomática del calibre 12 que había heredado de mi abuelo, de la marca Beretta modelo A-303. El cochino estaba a menos de siete metros de mis botas. El macareno, al oír la detonación, cambió bruscamente de dirección que le llevaba directo a mí sin mostrar evidencias de haber recibido el impacto. Este hecho me hizo pensar que había errado inexplicablemente el disparo.

Segundos más tarde, los podencos siguieron su rastro. A 300 metros del lugar de la detonación mi perro, de nombre Tarzán, comenzó a latir de parada. Me dirigí hacia el sitio de donde provenían los ladridos. Allí yacía sin vida la bestia que había dejado sus marcas en los árboles de la mancha. Un jabalí con una imponente boca. En ella destacaba la amodalera derecha, pues la tenía clavada más de 2 centímetros en la carne. El mayor jabalí que he abatido en mi vida."

Junto a este impresionante solitario, el rehalero y su cuadrilla han logrado abatir en los últimos años, gracias al trabajo de los xarnegos, más de 20 jabalíes con notables trofeos.

Estos es el padre del cazador, un gran jabalinero

Conoce al xarnego valenciano

El podenco valenciano o xarnego, posiblemente el más antiguo de los podencos peninsulares, es una raza de perro de caza originario de la Comunidad Valenciana. Se trata de una raza reconocida desde el año 2013 por la Real Sociedad Española además de ser también reconocida raza oficial española con gran capacidad para seguir los rastros de las piezas de caza.

Este es el abuelo de Álvaro, cazador de cuna.

Dentro del standard de la raza podemos encontrar tres tipos de pelo, suave, duro y sedeño.

Pulsa en la siguiente imagen para conocer con detalle al xarnego:


martes, 1 de junio de 2021

Piden declarar las razas caninas autóctonas Patrimonio Cultural e Histórico de España. diario Veterinario. 31 de mayo 2021.

 Origen


"Excepto el Perro de Agua Español, el Podenco Ibicenco y el Mastín Español, todas ellas necesitan una protección especial para no acabar desapareciendo".

El Gobierno de Canarias acaba de hacerlo a nivel autonómico con el Presa Canario, el Majorero, el Podenco Canario y el Podenco Garafiano.

La Real Sociedad Canina de España (RSCE) ha pedido al Gobierno que declare las razas caninas españolas Patrimonio Inmaterial, Cultural, Histórico, Genético y Etnológico para preservar su supervivencia y continuidad y así garantizar su papel como legado y testimonio vivo de la evolución de nuestra sociedad y nuestro país.

Esta petición se sucede en un momento en el que el Gobierno trabaja en la nueva ley de Bienestar y Protección animal estatal, con la que la RSCE quiere un marco jurídico proteja estas razas, "pues a día de hoy, excepto el Perro de Agua Español, el Podenco Ibicenco y el Mastín Español, todas ellas necesitan una protección especial para no acabar desapareciendo, como ocurrió en su día con el Perro Punta Español, el Dogo Español o el Gorgas Alicantino", apuntan.

La RSCE ya trabaja junto a aficionados y criadores en los denominados ‘Grupos Étnicos’ para poner en marcha programas de recuperación específicos para cada raza, si bien, remarcan que "sin una protección especial de las administraciones públicas y un tablero juego legislativo claro será imposible mantener la crianza y preservación de todo esta herencia cultural que suponen las razas caninas".

"Las características tanto físicas como psíquicas y de conducta que tienen las razas caninas puras hacen que, a día de hoy, además de su labor de acompañamiento, ejerzan labores básicas y primordiales dentro de nuestra sociedad. Por ejemplo, son un nexo fundamental en el mundo rural y en lo que se ha dado en llamar la ‘España Vaciada’, que lo estaría aún más sin la ayuda que los perros proporcionan en los lugares más recónditos de nuestro país, en labores como el pastoreo, la guarda y protección y el trabajo con el ganado", añaden.

Por otra parte, explican que sirven a los cuerpos y fuerzas de Seguridad del Estado tanto en la Policía como en la Guardia Civil y sirven de protección a mujeres víctimas del maltrato. Igualmente, siguen siendo fundamentales en la salud de las personas, sobre todo como perros guía de personas con visibilidad reducida o en hospitales en algunas terapias de acompañamiento y salud mental.

CANARIAS DA EL PASO Y PROTEGE A SUS RAZAS AUTÓCTONAS

Precisamente, el Gobierno canario ha tomado la delantera al Gobierno de la nación y ya ha dado este paso convirtiéndose en la primera comunidad autónoma en declarar sus razas autóctonas Patrimonio Cultural, Genético y Etnológico. A través de una Proposición No de Ley, todos los grupos parlamentarios aprobaron de forma unánime esta medida, la cual protege la crianza y conservación del Presa Canario, el Majorero, el Podenco Canario y el Podenco Garafiano.

Todas ellas son razas reconocidas por la RSCE, aunque deja fuera al Lobito Herreno, el cual también incluye la entidad en su compendio de razas nacionales. Así, Canarias sienta precedente, pues la única iniciativa de este tipo que se ha dado antes en España fue la de la ciudad de Jerez de la Frontera, que declaró al Ratonero Bodeguero Andaluz Patrimonio Cultural e Histórico.

Con este espíritu de preservar el legado histórico que suponen las razas caninas, la RSCE presentó el pasado mes de diciembre junto con el Ministerio de Agricultura el libro ‘España a través de sus razas caninas: origen, historia y funcionalidad’, una obra con la que busca hacer pedagogía acerca de las 33 razas nacionales reconocidas por el Ejecutivo y concienciar acerca de la importancia de que se tomen medidas para evitar su desaparición.

Como señala Julián Hernández, presidente de la RSCE, “es imposible entender la historia, nuestra idiosincrasia y nuestra evolución como nación sin hacer referencia a los perros que nos han acompañado a lo largo de todos estos siglos y años. Pero no basta con mirar al pasado; hay que garantizar el futuro de estas razas como patrimonio pujante, rico y muy vivo. La Real Sociedad Canina lleva haciéndolo más de 100 años, pero sin el respaldo de las administraciones públicas, una parte importante de nuestra cultura está en peligro de desaparecer”.