jueves, 29 de mayo de 2014

Homenaje al "Tío Beni" y un gran cochino realzan la montería familiar de Las Mesas de Mialdea (Córdoba).

Homenaje al "Tío Beni" y un gran cochino realzan la montería familiar de Las Mesas de Mialdea (Córdoba).







El sábado 18 de enero de 2014 se monteó esta tradicional finca cordobesa, a escasos kilómetros de la capital. 503 hectáreas – de las que se montearon la mitad - de matorral mediterráneo, grandes manchones de monte noble de cabeza y zonas de dehesa de encinas. Se montaron solamente 6 armadas con un total de 32 puestos y la participación de 7 rehalas, ya que en esta ocasión la dio la propiedad y solamente por invitación. La montería se echó en memoria de D. Andrés Mialdea Hidalgo, dueño de la finca hasta que falleció el año pasado.



El día se presentó frío y lluvioso, con una leve niebla que despejó al avanzar la mañana. A ratos se descolgaban pequeños aguaceros. A las 8 y media de la mañana estábamos citados en una nave lindante con el cortijo de la finca, donde se dieron las clásicas migas (con chocolate para quien quiso) y se sirvió un café por una conocida empresa de catering.


A las 9 de la mañana comenzó el sorteo dirigido por Ricardo F. de C., administrador de aquellos predios. Antes de comenzar se rezó un padrenuestro por los monteros que ya no están entre nosotros. Se entregó a los asistentes una preciosa lámina con un grabado cinegético, que habrá que enmarcar. Tras esto se fueron llamando a las armadas y saliendo ordenadamente hacia los puestos.





Los paisajes espectaculares de esta finca no quedaron deslucidos por la lluvia que a ratos se dejaba sentir y que hizo convertirse en un barrizal muchas de las pistas. A nosotros nos tocó salir en último lugar pues la buena mano de mi compañero de puesto, Rafael, consiguió sacar el mejor puesto de la mancha, el 4 de la traviesa de los Caserones.



A las once y media de la mañana fue la suelta de las 7 rehalas presentes e inmediatamente empezaron a escucharse los primeros disparos que no pararon hasta la finalización a las 3 de la tarde. En esta finca, debido a su extensión y a estar abierta es, fácil que las reses se vacíen a menos que queden cubiertas todas las huidas, pero la seguridad prima en el montaje de las armadas siendo los tiraderos de los puestos amplios y sin peligro.






Las mejores armadas fueron las del Alcornoque / Traviesa de los Huesos, donde en el número 4 Joaquín Tortosa cobró un gran cochino, que dará metal seguro. La del Llano, donde en el puesto número 1 Fernando G. Echegoyen cobró un buen venado, y la armada de Los Caserones, donde en el número 4 Rafael Domínguez y el que suscribe lograron cobrar tres cochinos viendo 8 más que no pudimos tirar al estar muy tapados de monte, eso sí usando un arma solamente turnándonos en cada lance.





Lo mejor de la mañana fue un gran navajero que nos pasó muy cerca y al que no pude disparar por ir rodeado de perros. Al final 1 cochino cobrado por Rafael, 2 más por mi (uno de ellos que iba tocado me lo remataron en un puesto vecino) y otro más que cogieron los perros y que dejamos marcado por debajo de nuestro puesto. Una buena mañana, ¡si señor!


La impresión general fue que con más perros hubiera sido un numerazo.


Se dio una espléndida comida a los asistentes tras la cual se procedió a entregar un diploma y otros obsequios al gran montero Benito Lozano, “Tío Beni”, en un acto lleno de emoción.

En la junta de carnes se presentaron 15 cochinos (1 posible plata alta y 3 navajeros) más 4 venados.

Un día de los que no se olvidan, montería tradicional española 100%, rodeado de grandes monteros y a la vez amigos. Es un placer poder montear conociendo de antemano la finca por haber cazado antes allí, saber de las huidas y querencias de las reses, sabiendo y conociendo a los monteros que ocupan los puestos vecinos y a las rehalas que intervienen. 

Sobre todo comprobar que aún se puede montear sin que lo principal sea el beneficio económico, ni los resultados. Lo que se buscaba era pasar un día agradable entre amigos y de camino cazar, ¿se puede pedir más?. Para mi esta es la esencia de la caza.

No puedo dejar antes de acabar este artículo de dar las gracias a Sito y Anabel Mialdea, perfectos anfitriones, por esta gran jornada montera.

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