domingo, 22 de diciembre de 2019

Estas son las claves en el ecuador de la temporada montera. Mi artículo publicado en la web de Cazavisión. 20 diciembre 2019

A las puertas del mes de enero, ya hemos sobrepasado el ecuador de la temporada de monterías. Una vez llegados aquí, es momento para analizar cómo se han portado jabalíes y venados en la primera mitad de la campaña. 



Se espera que los jabalíes suban el nivel en la segunda mitad de la temporada. 

La temporada, llegada a su ecuador, va bien, como así lo ratifica la mayoría de las monterías ya celebradas, en especial con los venados, de los que se están logrando magníficos trofeos y no solamente en fincas cercadas. Los cochinos siguen aumentando sus poblaciones y también se están abatiendo buenos trofeos en montería, aunque menos que en la campaña pasada por estas fechas. Con demasiados jabalíes de escasa talla en los tapetes de las juntas de carnes. 
A mi entender, y entre otros motivos, la meteorología adversa en el arranque montero y la excesiva presión producida por los aguardos, cada vez más en boga, hacen que los jabalíes notables no lleguen a cobrarse en montería. 
No obstante, cada día son más las organizaciones de caza que no realizan esperas de cochinos ni recechan venados en berrea en las fincas que posteriormente van a montear.


También se va afianzando esta temporada un sutil cambio en la manera de celebrarse las monterías en fincas abiertas, quitándose puestos a los que era complicado acceder, intentando que el montero no tenga que desplazarse demasiado y, de camino, logrando que la saca de las reses abatidas sea más efectiva y no se quede ninguna en el campo. 
Por otro lado, en algunas monterías se ha seguido adelantado un poco la salida a las posturas, recogiéndose también antes, por lo que a la una de la tarde ya estaban los monteros en la comida y a las tres, el plantel de reses preparado.

Calor para los perros 

Hay quien dice que es una tendencia que habría que imitar, pero a mí, que lo que me gusta es montear, eso de estar solamente dos horas colocado en el puesto no me atrae demasiado, aunque comprendo que con altas temperaturas los perros no pueden montear en condiciones más de un par de horas. 
El comienzo temprano de las batidas en Galicia, una temporada más, hizo especialmente penoso el trabajo de los perros en los primeros compases monteros.


Esta situación produjo casos de golpes de calor en los canes, convirtiendo este arranque venatorio en un infierno para poder desarrollar su actividad, con bajas entre sus efectivos que fueron numerosas. Muchas cuadrillas decidieron aplazar su apertura de temporada para evitar el calor y no hacer sufrir a sus perros.

Como parte negativa, a mi parecer, sigue la tendencia del descaste excesivo de ciervas. En muchos casos éste queda justificado por el plan técnico y en otros, por las Administraciones, que intentan paliar así los daños producidos por las ciervas en la agricultura. Sin embargo, también están aquellos otros casos que son debidos al aporte sustancial de dinero obtenido por la venta de la carne, aunque ahora su precio esté a la baja.


En las rehalas todo sigue más o menos igual; cada vez más normas, leyes y decretos que intentan normalizar hasta lo absurdo una variedad ingente de situaciones.

Y por si esto fuese poco, un sinfín de nuevas leyes de las comunidades autónomas que muchas veces entran en contradicción las unas con las otras, haciendo casi imposible conocerlas todas. 

(Texto: Félix Sánchez / Fotos: autor y archivo)


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