lunes, 6 de abril de 2020

Entrevista a Carlos Rubio, rehalero y director de una oficina de banca. Mi artículo publicado en la web de Trofeo Caza. 4 de mayo 2018


Como continuación de las entrevistas a Alfonso Aguado Puig y a Lolo Mialdea Lozano, le corresponde hoy el turno a Carlos Rubio Magro, dueño –junto a su socio Antonio Vázquez Gómez– de la rehala El Agarre, que une su afición a los perros a su trabajo de director en una oficina bancaria.

Me cita en las instalaciones de su cuidada perrera en la localidad de Fregenal de la Sierra (Badajoz), rodeados de los que cariñosamente llama sus «guerreros».

Buenas tardes, Carlos, empezaré por preguntarte qué es para ti una rehala.

Carlos Rubio junto a su socio Antonio Vázquez

Quiero comenzar esta entrevista aclarando que la propiedad de la rehala El Agarre es compartida con Antonio Vázquez Gómez. Somos socios desde que nos conocimos allá por los años ochenta.

Dicho esto, paso a responder lo que es para mí una rehala. Quien me conoce me ha escuchado más de una vez comentar que es como un equipo de fútbol, con su entrenador a la cabeza: hay que tener portero (yo tengo alanos); por supuesto buena defensa (yo sigo con los alanos y cruzados de dogo argentino con paterna y algún bóxer); un gran centro del campo (en mi caso paternas y sabuesos del terreno); y, para finalizar, una buena delantera (esos maravillosos punteros en mi caso, en su mayoría paterneros).

Y, cómo no, un buen entrenador que los conozca bien, sepa dirigirlos y colocarlos en su sitio (sabiendo lo que llevar dependiendo dónde y a qué se va) y animarlos, porque ellos necesitan saber que tú estás ahí. Detrás de una buena rehala siempre hay un buen rehalero.

La caza con rehala es una modalidad más de caza con perro, que es totalmente necesaria para el control de poblaciones de animales salvajes que causan daño tanto a la agricultura como a la biodiversidad, amén de accidentes de tráfico.

¿Cuáles son los orígenes de tu rehala?

Los orígenes se remontan, como digo, a los años ochenta. Con la decadencia del conejo por esta zona y el aumento del jabalí de forma generalizada, comenzábamos a ir a monterías con orgánicas de la época, con el tradicional «puesto y propina»; de esta forma había para la gasolina y se podía ocupar un puesto en el que poder abatir sobre todo algún venado, que era la pieza estrella para nosotros.

Fue por los años noventa cuando, de manera oficial, se conformó la rehala tal y como hoy se conoce con el nombre de El Agarre.

Por aquellos años, en contraste con los tiempos actuales en los que todos tenemos magníficos todoterrenos, íbamos a montear con un Citroën C15 que tiraba de un carro de un solo eje. Hacíamos kilómetros y pasábamos fatigas, pero era una ilusión que solo podemos entender los que de verdad amamos este mundo.

Háblame de tu rehala.

Está compuesta de un número aproximado de 60 perros adultos y unos 16 cachorros, de los cuales cuatro son alanos, dos sabuesos y el resto paternas, la raza mayoritaria. Soy un enamorado de esta raza, es un perro de levante sin igual y valiente como pocos; es duro y tenaz, y si le tengo que poner una falta es precisamente la valentía, pues se tiran a los jabatos como posesos aunque estén solos en el encame, de ahí los muchos disgustos que dan.

Por otro lado tengo sabuesos de los que por aquí llamamos del terreno, o sea cruzados. Para mí son imprescindibles en una rehala También hay cruces de dogo argentino con grifón vendeano, un portento de perro.

Otro cruce que tengo y que es espectacular es el de dogo argentino con paterna. También hay algún bóxer, que que me han ido regalando, y todos me han salido extraordinarios. Y, cómo no, los alanos, la raza ideal para la fuerza de una rehala.

Esta es solo la opinión de un rehalero/perrero basada en la experiencia de los años. Yo crío y cazo, mantengo mis líneas propias de trabajo dentro de mis conocimientos y el resultado está ahí, perros para cazar que lo hacen bien y punto.


¿Cómo transcurre para tu rehala un día normal de montería?

Ya el día antes, hay que sentarse tranquilamente en casa y sacar toda la documentación a rellenar: el libro de salida, el talón de desinfección (previa desinfección del carro, evidentemente) y la ordenación de cartillas.

Después elijo y marco los «guerreros» que van a salir al monte, y hago un croquis de las dos plantas del carro, señalando quiénes ocuparán los atijos de cada planta y posteriormente realizo la distribución de los demás que van sueltos.

Últimamente, desde hace un par de años nos hemos modernizado, y hay que elegir los guerreros que llevarán el collar GPS. Unos lo llevarán por ser punteros, otros por ser nuevos y otros simplemente para saber con exactitud qué es lo que hacen en la mancha. Con estos collares no solo se localizan con facilidad sino que además se aprende mucho sobre su comportamiento.

A las seis de la mañana, arriba. Yo tengo que ir cerca para recoger a Lorenzo el Metralla y a Andresín el Pitillero, ninguno falla jamás, y el siguiente paso es el bar Stop, de mi cuñado Nicasio para tomar café y entablar la primera charla.

Listo todo, disparados a la perrera: después de tantos años y de la distribución de cargos, es fácil todo. No sería justo olvidarme del otro integrante de la rehala, el amigo Torri, que de manera desinteresada es el encargado de limpiar semanalmente la perrera, fregar todos los bebedores y alimentar a los perros.

Una vez llegamos a la junta, hay que esperar al capitán de montería para la distribución de las rehalas (nosotros, cada vez más, días antes vamos a ver las sueltas y así favorecer la salida y la organización el día de la montería).

Llegados a la suelta y recibida la orden, puertas abiertas y «guerreros» al monte. Toca recoger, lo normal es tirar el cable para atar a medida que vayan llegando y una buena candela. Ahora con los GPS ando más tranquilo, veo por donde andan.

Ojalá todos vengan bien y no haya cortes, porque a mí, habiendo cochinos, raro es que no me toque la «costura»; este año, llevo cuatro bajas. Los compañeros me traen los heridos para que se los arregle, la verdad es que no se me da mal del todo.

Al final y una vez recogido, salida de la finca y a la perrera, que al día siguiente hay más.

Durante cuatro meses hay monterías, ¿qué pasa con una rehala los ocho meses restantes?

Hay que seguir siendo rehalero, porque ser rehalero significa serlo los 365 días del año, no se puede ser a tiempo parcial, los guerreros son los mismos y tienen las mismas necesidades (quizás más): limpieza constante, comida, desparasitación y atención diaria.


¿Cuánta documentación y permisos necesitas para montear?

Es un verdadero despropósito por parte de la Administración, que no sabe medir la documentación que realmente necesita una rehala.

Está claro que es necesario un Núcleo Zoológico y que este sea supervisado por un veterinario. Ahora bien, el perro de rehala NO es un animal de producción.

Nosotros vamos a cazar con nuestros perros y no los llevamos al matadero, no van a ser consumidos. No tenemos que estar dentro del espacio de los animales que SÍ son de producción (ovejas, vacas, cochinos, etc.) y van a ser consumidos.

Libros de explotación (altas y bajas), libro de medicamentos, libro de salidas, talón de desinfección, precintado del carro, seguro de rehala, licencia por cada CC. AA.; y ahora, además, en algunas, licencia de armas del rehalero; en otras, licencia para todo el que entra en el monte, cartilla sanitaria (vacunación contra la rabia) e instalación de microchips a cada perro.

En cuanto al otro gran problema, el corte de orejas y rabo por motivos funcionales, solo voy a decir que es algo necesario y está documentado, y quienes lo prohíben, NO TIENEN NI IDEA de lo que están haciendo, son unos auténticos ignorantes, movidos por intereses ajenos a la realidad de lo que de verdad es el bienestar animal.

Además de ello, a la rehala le afecta absolutamente todo: regulación sobre núcleos zoológicos, legislación sobre bienestar animal (bien de compañía o de animales potencialmente peligrosos), por supuesto todo lo relacionado con la sanidad animal, que no es poco, y no digamos el lío constante en cuanto al transporte y toda la normativa en cuestión cinegética.

Con todo ello, y por si fuese poco, hay que soportar últimamente los ataques constantes de animalistas.

¿Crees que existe unidad entre los rehaleros?

Por supuesto que NO, ese es para mí el mayor de los problemas que tenemos; o dicho de otro modo, por la desunión de los rehaleros tenemos la mayoría de los problemas que nos afectan.

Yo lo veo desde primera fila, se está deseando que caigas para pasarte por encima, la envidia hace que algunos se alegren de los problemas de otros, por delante una cara y por detrás otra; en fin, te llevas desilusiones a menudo, pero la afición supera estas situaciones negativas, esta es mi manera de superarlo.

Últimamente hemos tenido que salir a la calle para defendernos de los muchos ataques que venimos sufriendo, y ni tan siquiera hemos respondido como se debería haber hecho. Hemos sido muchos los que salimos a la calle, sí, pero no todos.

Gracias a Dios que al menos los estamentos de la caza, a través de sus representantes (federaciones, asociaciones, etc.) y por primera vez, dan síntomas de unión. La Alianza Rural es una realidad y ya ha conseguido doblegar algunas medidas absurdas; al menos es esperanzador, de ahí la importancia de estar asociados.

Personalmente tengo que decir, porque no sería justo obviarlo, que con el grupo que habitualmente monteo somos como una familia, nos ayudamos, nos apoyamos, estamos unidos, somos verdaderos amigos y así debería de ser siempre; pero desgraciadamente no lo es, esa es la cruda realidad.

¿Perteneces a alguna asociación de rehaleros?

Por supuesto que SÍ, faltaría más. Pertenezco a la Asociación Española de Rehalas (A.E.R.), cuyo presidente es un rehalero más, D. Alfonso Aguado Puig, gran conocedor de este mundo y persona totalmente volcada en la defensa de la rehala y de los rehaleros.


La A.E.R., a través de proyectos y actividades, siempre trata de resaltar la figura de la rehala y del rehalero, así como de asesorar y formar en materia del cumplimiento de la normativa legal, cambiante por otro lado a una velocidad de vértigo.

¿Para ti está valorado el trabajo de una rehala?

La valoración de una rehala se puede medir de dos formas: una, la ayuda económica; y otra, el reconocimiento al trabajo, al esfuerzo, a los perros…

En cuanto a lo primero, es evidente que no; tampoco voy a entrar en cifras, pero teniendo en cuenta el coste de una postura, el valor de las carnes, etc., la equivalencia a la hora de propinar una rehala por parte del orgánico está muy lejos de ser, cuanto menos, justa.

En cuanto a la segunda, y en líneas generales, creo que tampoco. Aún hoy, desgraciadamente, existen orgánicos sin escrúpulos que se mueven al son del mercado y poco o nada valoran el trabajo de una rehala, más bien la valoran dependiendo de si le venden puestos o no; y curiosamente son los mismos que además consideran a los perreros/rehaleros inferiores en la visión de su escalafón social.

¿Cuál crees que es el futuro de las rehalas?

Bueno, digamos que halagüeño precisamente no es. Socialmente la caza está mal vista, está siendo atacada con demasiada saña por gente que no conoce este mundo, que no valora sus puntos positivos, su necesidad de existir, sus puestos de trabajo, la mayoría de ellos en zonas rurales desfavorecidas.

Y como consecuencia de ello, a la rehala no se le augura un buen futuro ni mucho menos, la rehala no está valorada, ni tan siquiera dentro del mundo de la montería, es la última para todo. Aún existen orgánicos, pocos, gracias a Dios, que tratan con cierto desprecio a los perreros y los consideran de menor clase (pero, eso sí, necesitan sus perros, qué paradoja); y hay monteros que se creen superiores simplemente por su condición de ocupar una postura en la montería.

Algunos perreros también tienen esa capacidad, e incluso en algunos casos superior, pero prefieren sus perros y no por eso son inferiores a nadie. Hoy en día no existe tanta diferencia de clases como algunos se creen; en fin, sin perros no hay montería, eso es así de simple y nosotros los rehaleros deberíamos de darnos más a valer.

Por otro lado, tenemos a los ‘grandes’ políticos actuales, políticos que se venden por votos y que a mi juicio se han equivocado al posicionarse al lado de los animalistas anticaza; muchos de ellos son cazadores y monteros, pero les ha dado miedo dar la cara porque piensan que la sociedad les castigará en las urnas.

Y, sin embargo, ahora, después de mucho daño hecho, algunos tratan de dar marcha atrás al observar con preocupación la unión que se está produciendo en torno al mundo rural y que lleva camino de convertirse en una nueva formación que nos represente en sede parlamentaria.

España es un país demócrata y sería bueno que nos pudiéramos defender nosotros mismos y no depender de quienes se mueven por intereses propios. Ojalá sea así y más pronto que tarde.

Ante esta tesitura, es evidente que el futuro depende de nosotros mismos, de cómo encaremos este futuro próximo y de cómo consigamos cambiar la imagen que de nosotros tiene la sociedad. Dice mi buen amigo y rehalero, D. Alfonso Aguado, en una de sus publicaciones, que si no hubiera rehalas habría que inventarlas, y estoy totalmente de acuerdo, es una frase muy afortunada que nos engrandece.

Aunque le pese a algunos, «la rehala no desaparecerá nunca, tan solo tenemos que dignificarla». Yo seré rehalero/perrero siempre.

¿Desearías añadir algo más?

Tal vez podría ser interesante decir que el cazar con la rehala la he simultaneado durante muchos años con mi trabajo en la banca, y sobre todo los últimos 14 años como director de oficina de CaixaBank. Puede que así la gente se dé cuenta de que los perreros lo somos porque nos gusta y que también tenemos formación universitaria.

Por lo demás, dar las gracias a la revista y a ti por acordarte de mi rehala y por la oportunidad de poderme expresar. Gracias.

Gracias a ti Carlos, por haberme dedicado este tiempo para realizar la entrevista, es un placer escucharte.

Félix Sánchez Montes


4 comentarios:

  1. muy buena entrevista yo no soy de caza mayor pero si perrero ,todo mi animo ...........Yo soy de barcelona y aqui el perrero es quien manda en la batida ,ni se le mira por encima del hombro ni existe la estampa de forrados estirados que dirijan nada ,son peñas de amigos que se juntan cada domingo no hay ni organicas ni fincas privadas y si quieres ir de batida como mucho 20 euros tienen la culpa
    un saludo y bonitos perros

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    1. Agradezco tus palabras pero debo decirte que hablas de estereotipos, los "forrados estirados" son minoría y más del 90% de las batidas y monterías las dan Sociedades de Caza de pequeños pueblos sin ánimo de lucro, lo que se llama caza social, pero de esto casi nadie habla (yo tengo varios artículos publicados al respecto). Respecto a las fincas privadas no hay más remedio pues en Andalucía los terrenos y la caza libre no existen desde 1970, así que la única manera de cazar es acotar un terreno. Saludos

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  2. BONITOS PERROS Y BUENA DSEFENSA DE LA REHALA ,AQUI EN CATALUÑA EL PERRERO ES EL QUE MANDA ,NO ES MENOS QUE NADIE ,NO EXISTEN ORGANICAS NI COSAS DE ESE ESTILO TAN CLASISTA ,SON SENCILLAS PEÑAS DE AMIGOS QUE CAZAN ,PUNTO.UN SALUDO Y BONITOS PERROS

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