La actividad genera un volumen de negocio de 400.000 euros en el municipio.
El municipio de Hornachuelos, en la provincia andaluza de Córdoba, dará un gran paso para reconocer el oficio de rehalero, una acción tan importante y fundamental dentro de la caza y, en especial, en este pueblo.
Imagen de archivo de una rehala saliendo del remolque durante un montería (Foto: Félix Sánchez).
Según han informado desde el propio Consistorio, se cederán unas instalaciones a los rehaleros de forma gratuita para que puedan instalar sus perros y desarrollar su actividad. Sin duda, una medida muy acertada y de la que muchas administraciones deberían tomar nota.
La caza en este municipio cordobés tiene una importancia capital. Cada año, durante la temporada de caza mayor, la actividad genera un volumen de negocio que supera los 400.000 euros. Teniendo en cuenta que Hornachuelos tiene aproximadamente unos 4.500 habitantes, nos podemos hacer una idea de la gran influencia positiva de la caza en los negocios de la zona y en las arcas municipales.
Caza y ganadería
La intención del Ayuntamiento es crear un gran espacio en el que se aglutinen acciones relacionadas tanto con la caza como con la ganadería. Actualmente, no existe ninguna zona en el pueblo dedicada expresamente a ello, por lo que se desarrolla en las afueras.
El futuro enclave ganadero servirá para dignificar aún más y dotar de medios la labor del rehalero, “tan popular en la localidad, y que era necesario dar ubicación a estas rehalas”, apuntan desde el Gobierno local.
Por lo tanto, cualquier vecino que se dedique a alguno de estos dos desempeños, “podrá hacerlo con todas las garantías”. El Ayuntamiento ha concretado que ya se dispone del terreno en cuestión. No ha sido poco el tiempo que se ha necesitado, pues debía cumplir una serie de requisitos, relacionados principalmente con la cercanía a la localidad y la existencia de un suministro de agua.
La zona rehalera se ubica en una finca llamada ‘Las Cruces’, a un kilómetro y medio de la pedanía de Bembézar, perteneciente a este municipio. Las dos hectáreas del acotado cuentan, además de con agua potable y no potable, con instalación eléctrica.
Habrá varios espacios. Uno de ellos estará dedicado a caballos, cabras y ovejas. En otro lugar, se dará cabida a los perros. Asimismo, la finca contará con zona veterinaria, almacenes y aparcamientos. Se podrán albergar un total de 24 rehalas, con 10 calles para 20 canes por cada habitáculo y más de 300 cabezas de ganado.
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