martes, 9 de abril de 2019

Las fotos que nunca te enseñaron de una rehala monteando. Mi artículo en Cazavisión, febrero 2019.

La montería por dentro, desde el prisma de una rehala, es lo que nos muestra Félix Sánchez en esta increíble galería.


1 de 9
Una vez llegados al cazadero, los perros de rehala, aún en su vehículo de transporte, evidencian su excitación por estar próxima la suelta y el comienzo de una montería a jabalíes y venados.


2 de 9
Llega el momento y las puertas se abren. La rehala abandona el camión, furgoneta, remolque, etc. Es hora de desentumecerse y aliviarse antes de reunirse con el perrero o rehalero, quien junto a sus perros formará parte de la mano con otras rehalas.


3 de 9
Dentro de la mancha, con algunos perros a su lado y el resto de la rehala batiendo monte en busca de las reses, el conductor, ayudado por la emisora, habrá de estar muy pendiente para no perder la mano.


4 de 9
En su mayoría podencos, los perros de esta rehala protagonizan un sinfín de persecuciones, de idas y vueltas para desalojar a los cochinos y venados y empujarlos a los puestos ocupados por los monteros.


5 de 9
Un navajero ha plantado cara a los canes y éstos, a pesar del peligro que representan sus defensas, han protagonizado un espectacular agarre que ha terminado con el jabalí rematado a cuchillo.


6 de 9
Y cuando los perros empiezan a dar muestras de fatiga, ahí está el perrero o rehalero para seguir animándolos y alentarles a mover más caza a fin de que la montería sea un éxito.


7 de 9
En esta montería vivida por dentro, que deja patente que sin rehalas esta modalidad venatoria no sería tal, tenemos la oportunidad de ver las carreras y huidas de las reses, como este guarro cruzando la pista forestal.



8 de 9
Después de horas de dura brega en el corazón de la mancha, y tras el sonar de caracolas llamando a recogida porque la montería ha finalizado, es tiempo de ir reuniendo a los canes y dirigirse a los vehículos.


9 de 9
No todos los perros de rehala acaban la montería como empezaron, y ejemplo de ello es este ejemplar, que ha resultado herido en el encuentro con un cochino y al que se hace una primera cura en el mismo monte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario