EDITORIAL
Quede dicho desde el principio que Club de Caza se suma a la iniciativa que quiere hacer desaparecer a la Dirección General de Derechos de los Animales de cualquier despacho del Gobierno de España. Consideramos que se trata de una dirección general radicalizada y muy lejos de la ciencia y la naturaleza animal.
Resulta casi ridículo dejarlo claro, pero así evitamos que cualquiera nos tache de ‘traidores’.
Hoy hemos publicado la información que la UNAC nos ha hecho llegar, tras contrastarla con la propia DGDA. Ayer se produjo una reunión entre ambas entidades y, como consideramos que es de interés para nuestro público objetivo, el cazador, lo hemos difundido. No nos equivocábamos, puesto que en pocas horas ha acumulado decenas de miles de visitas de aficionados que han querido enterarse de lo que pasó en esa reunión.
Porque la información es poder, y solo los totalitarismos acuden a la censura. Bueno, totalitarismos y los dirigentes de algunas entidades de cazadores y otras vinculadas al mundo de la montería. Parece que no querían que se supiera que se ha celebrado esta reunión y han intentado evitar su difusión. Pobres ilusos que viven en otro tiempo, cuando era más fácil silenciar a los que dicen algo que no les gusta. Ahora es imposible, y más les valdría asumirlo.
Sobre todo, con medios de comunicación como Club de Caza, absolutamente imparcial y objetivo y, lo que es más importante, fuera de la influencia de cualquier institución.
Al final de estas líneas te dejamos el enlace a la información sobre esta reunión, por si eres de los pocos que aún no lo ha leído.
Hoy la Real Federación de Caza ha reaccionado a esta noticia con descalificaciones que resultan incomprensibles. Cuando se supone que todos deberíamos remar hacia el mismo objetivo, no hacen más que aparecer guerras internas en el sector cinegético. Hablan de la UNAC como una asociación que “no representa absolutamente a nadie”, tachándola de una “organización que traiciona a la gran marea naranja que se manifestó el pasado 20 de marzo”.
Traicionar a 500.000 cazadores
¿En qué mente puede caber que reunirse con los responsables de una nefasta Ley de Protección Animal para transmitir el malestar de un sector con mucho peso electoral sea una traición a esos mismos cazadores?
Quizás en la de aquellos que no supieron o quisieron ponerle el nombre de “caza” a una manifestación que era de cazadores y que acabaron atribuyéndose involuntariamente agricultores y ganaderos.
‘Traidores’ por llevar a cabo una reunión que otros tenían fijada para el pasado mes de diciembre. Los efectos de la pandemia la pospusieron y nunca más se concretó. Pero llamar ahora traidores a quienes han hecho lo que tú ibas a hacer unos meses atrás, o que ya has hecho, como hoy recordaba la inefable hemeroteca…
Esto huele a amarillismo rancio.
Un notable alto de la FAC a la controvertida ley
Ahora se publica un “breve documento que desde la Federación Andaluza de Caza hemos elaborado para aclarar e informar sobre cómo afectaría el anteproyecto de Ley de Bienestar y Derechos de los Animales a la caza en caso de aprobarse el texto actual”.
Esto se difunde desde la Federación Andaluza de Caza, cuyo mandatario apareció pocas horas después de la manifestación en una televisión para asegurar que “los cazadores de bien están de acuerdo con hasta un 80 por ciento del contenido de esa Ley” que, según publica la propia Federación Andaluza de Caza, necesita de un documento que explique que no se podrá practicar la montería, ni cazar con hurón, ni siquiera cazar con perro cuando se apruebe la ley. También señala que no se permitiría el silvestrismo o la caza de la perdiz con reclamo, ni siquiera la cetrería. A todas luces, el 80 por ciento parece un porcentaje muy alto de concordancia con el contenido de la ley, teniendo en cuenta todo lo que afectaría a la caza.
Un 8 sobre 10 siempre ha sido un notable alto.
¿Traición es reunirse con la DGDA, pero no querer hacerlo con sus superiores?
Mientras esperamos que Ione Belarra se digne a recibir a la RFEC, que ojalá lo haga, lo que tenemos claro es que Sergio García Torres ha tenido que escuchar al presidente de la UNAC. Y le ha asegurado varios cambios en el anteproyecto de ley de protección y bienestar animal. El problema es que ningún cazador de este país cree una sola palabra de una dirección general que ha atacado a la actividad cinegética desde incluso antes de su institución.
Pero ahí estaremos los profesionales de la información, los que no olemos a amarillismo rancio, para hacer precisamente eso: informar objetivamente y sin que las presiones externas influyan en la verdad. Y si no se cumple lo dicho, lo denunciaremos y todos los cazadores de este país lo sabrán. Entonces es cuando Madrid se quedaría pequeño para acoger a un sector enfurecido.
Pero ojalá Ione Belarra, ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, acepte la petición de la RFEC de “tumbar una Dirección General y una Ley que acabará con la caza tal y como la conocemos”. Los cazadores de este país y sus animales lo agradecerán.
Alega contra la ley animalista
Puedes contribuir a la presión sobre la Ley de Protección y Bienestar Animal enviando tus alegaciones. Pulsa en este enlace para hacerlo.
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