Manifestantes pidiendo la retirada del Anteproyecto de Ley de Bienestar Animal el pasado 20 de marzo en Madrid. © Israel Hernández
El Consejo de Ministros aprovecha las vacaciones estivales para dar su visto bueno al borrador del Anteproyecto de Ley de Protección, Derechos y Bienestar de los Animales, que ahora deberá seguir el trámite parlamentario necesario.
Tal y como adelantaba Jara y Sedal hace unos días, el Gobierno ha aprovechado las vacaciones estivales para dar un nuevo impulso a su polémica Ley de Bienestar Animal, la cual cuenta con una fortísima oposición que se cristalizó en la masiva manifestación del mundo rural el pasado 20 de marzo en Madrid. Ese día, más de medio millón de personas colapsaron las calles de Madrid en una histórica manifestación como no se recordaba desde Miguel Ángel Blanco. Entre sus reivindicaciones se encontraba frenar la Ley animalista elaborada por Sergio García Torres, un radical animalista anticaza sin estudios que se encuentra al frente la Dirección General de Derechos de los Animales tras haber sido colocado a dedo por Pablo Iglesias.
El ejecutivo de Pedro Sánchez ha aprovechado la llegada de las vacaciones para aprobar el proyecto y que siga su trámite parlamentario en el Congreso de los Diputados con la esperanza de que así pase más desapercibido para los millones de españoles que están en contra de esta normativa prohibicionista. Esta estrategia no es nueva. El equipo de Sánchez ya la empleó el pasado mes de diciembre para impulsar otra de las reformas anticaza cocinadas en la Dirección General de Derechos de los Animales: la reforma del Código Penal.
¿Cuándo entraría en vigor la nueva Ley de Bienestar Animal?
El pasado 29 de marzo se cerraba la fase de audiencia e información pública del Anteproyecto de Ley de Protección, Derechos y Bienestar de los Animales. Según confirma a Jara y Sedal el abogado especializado en caza, Jaime Valladolid, tras el visto bueno del Anteproyecto por parte del Consejo de Ministros -fase en la que nos encontramos y en la que es necesaria la remisión y estudio de algunos informes-, este Proyecto de Ley deberá ser presentado en el Congreso de los Diputados, aunque no será necesaria su toma en consideración. Posteriormente, la Mesa del Congreso ordenará su publicación, la apertura de un plazo de presentación de enmiendas y el envío a la Comisión correspondiente. De este modo, los grupos parlamentarios tendrán un plazo de 15 días para presentar enmiendas a la totalidad o al articulado. Entonces se abrirá el periodo de debate, que terminará con la redacción del dictamen de la Comisión.
Aprobado el proyecto de ley por el Congreso, éste será remitido al Senado, que también podrá presentar enmiendas. Por último, será de nuevo el Congreso el que debata y vote las enmiendas presentadas por el Senado para la aprobación final de la Ley. Su entrada en vigor tendrá lugar a los 20 días de su completa publicación en el BOE si en ella no se dispusiera otra cosa.
Posteriormente, tendrá lugar el debate y la aprobación por parte del Pleno. Aprobado el proyecto de ley por el Congreso, éste será remitido al Senado, que también podrá presentar enmiendas. Por último, será de nuevo el Congreso el que debata y vote las enmiendas presentadas por el Senado para la aprobación final de la Ley. Su entrada en vigor tendrá lugar a los 20 días de su completa publicación en el BOE si en ella no se dispusiera otra cosa. Por término medio, un proyecto de ley tarda unos cinco meses desde que el Consejo de Ministros lo envía al Parlamento hasta que es publicado en el BOE.
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