Boceto de Pablo Capote
Sierra de Ancares, en tierra de lobos
Límite natural entre Galicia y Castilla y León, esta impresionante barrera al este de la provincia de Lugo es la entrada del Camino de Santiago en tierras gallegas.
Un ejemplar de rebeco en los Ancares lucenses
Félix Sánchez Montes
02/03/2020
Ancares es el límite natural entre Galicia y Castilla y León, una impresionante barrera al este de la provincia de Lugo, entrada del Camino de Santiago en tierras gallegas.
Se trata del mayor espacio natural de Galicia: robles, castaños, hayas, avellanos y un paisaje de montaña que, debido a su difícil acceso, ha conservado la belleza de lo auténtico. Territorio del lobo, el gato montés, el jabalí, el corzo y el rebeco, es el último reducto del oso pardo en tierras gallegas.
Con una altura mínima sobre el nivel del mar de 240 metros y cotas de casi 2.000, se caracteriza por unas condiciones de media montaña. El suelo está compuesto por una abundancia de rocas, pizarras, granitos y areniscas que finalmente determinan un grado de acidez que imprime carácter a la flora, en la que predominan los brezales, que cubren gran parte de las laderas de solano del lado oriental. También los castaños, abedules y las «carballeiras» tan propias del interior de Galicia, acompañados, entre otros, por acibros, conviven junto a medios agrícolas y ganaderos.
La Reserva de Caza de Los Ancares lucenses fue declarada como tal en 1966, siendo un referente en la caza del corzo, pero la gran densidad de lobos de la reserva y el parásito Cephenemyia stimulator han hecho que los permisos para su caza hayan pasado de 46 a 0 y que en el proyecto de gestión para el período 2017-2022 solamente se permita la caza de rebeco, jabalí y perdiz roja, sin poderse cazar tampoco la perdiz pardilla. El urogallo también ha desaparecido de la reserva de caza, no así de la zona de Los Ancares, donde antaño era abundante, como certificó en sus escritos José María Castroviejo.
Como recuerdo de una forma tradicional de caza ya desaparecida, estaría el jabalí con chuzo (lanza). Según los últimos datos, correspondientes al año 2017, en esta reserva hay 416 rebecos, 216 jabalíes y 47 bandadas de perdiz roja, con una media de 4-7 ejemplares cada una. La nula gestión del lobo y la prohibición de su caza han propiciado su auge. No obstante, en casos excepcionales, se podrán autorizar batidas de lobo o de zorro. Este supuesto queda limitado al caso de que los depredadores causen daños.
Los rebecos, cuyas poblaciones también han disminuido, se ubican principalmente en las cercanías del pico Tres Obispos, cuya cumbre es su refugio del ataque de los lobos. Los ciervos que un día ocuparon estas tierras también han desaparecido, al igual que los conejos, pero aún se ven algunos grandes jabalíes solitarios hostigados también por los lobos.
En el valle del río Navia existe una de las mejores zonas de caza, desde Navia de Suarna, Villamane o Ponte de Neira.
La espectacular naturaleza de montaña de Ancares-Courel forma parte de los tesoros que Galicia esconde para ser descubiertos. En palabras del poeta Uxío Novoneyra: «Eiquí síntese ben o pouco que é un home...».
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