viernes, 3 de diciembre de 2021

Una ilusionante temporada de caza mayor. Mi artículo publicado en ABC de la Caza. 1 de noviembre 2021.

 * Artículo publicado en la hemeroteca de ABC


* Artículo publicado en el periódico ABC (Edición nacional)



* Artículo publicado en la web de ABC

CAZA

Una ilusionante temporada de caza mayor

  • Después de una campaña muy marcada por el Covid-19 empieza otra con muy buenas expectativas.
  • Mientras que la densidad de piezas no deja de aumentar, el número de cazadores resulta cada vez menor.
Un cazador y un rehalero acompañado de sus perros - F. Sánchez Montes

Félix Sánchez Montes
Articulista cinegético

02/11/2021

Ya metidos de lleno en esta nueva temporada montera, es hora de hacer balance de la anterior y también de hacer las previsiones para esta que ya comenzó, en general, con magníficos resultados.

Ya se ven a los jabalíes en los pinares encaramarse a los montones de tierra seca y acículas de pino de los hormigueros, para revolcarse en ellos después de esparcirlos. Los grandes macarenos siguen solitarios, si acaso acompañados de algún escudero que los libre de los pasos comprometidos, pasando delante de ellos para avisar de un posible peligro. Las hembras, que han criado muy bien en aquellas fincas que les han brindado comida y tranquilidad, forman pequeñas piaras con sus crías y algunas hembras de camadas anteriores.

Es fácil ver en los collados las hozaduras que producen, levantando todo el terreno. Parece que serán los grandes protagonistas de esta temporada.

Los venados ya han terminado el celo, aunque aún se oyen algunos berreando, y presentan, en general, muy buenas cornamentas, resultado de una buena primavera y un verano no demasiado caluroso en gran parte de la península, lo que ha incidido muy positivamente en la calidad de su trofeo y en un mayor grosor. Lo mismo se puede decir de los gamos y muflones, cada vez más abundantes a pesar del intento de erradicarlos de muchas zonas al ser considerados especie invasora.

Las primeras monterías y ganchos ya realizados están demostrando un aumento de las reses abatidas, así como una notable mejora de sus trofeos, debido en muchos de los casos a la no realización de más del 60% de las acciones de caza mayor la temporada pasada, como consecuencia de las restricciones debidas a la pandemia.

Suspensión de monterías

Aunque en la temporada 2019-2020 solamente se notó en febrero la pandemia, sus efectos se dejaron sentir muy negativamente en la temporada 2020-2021 con la suspensión de un gran número de monterías y batidas, la reducción drástica del número de puestos y el efecto notable de las medidas de precaución para impedir la propagación del virus, que se notó especialmente en la prohibición de desplazamientos.

Como era de esperar en un colectivo como el cazador, se dio ejemplo cumpliendo a rajatabla todas las recomendaciones dictadas por los expertos para evitar los contagios, un comportamiento ejemplar; la ausencia casi absoluta de incidentes fue la tónica. Monteros y organizadores cumplieron las normas dictadas, aunque estas desvirtuaron en gran medida lo que es una montería, pero por suerte parece que la pandemia amaina y todo vuelve a una normalidad deseada desde hace más de año y medio.

ABC

Poblaciones de jabalíes

Un estudio publicado en la edición de abril de 2015 de la revista Pest Management Science por un grupo de expertos de diferentes países ya puso en relieve la clara expansión del jabalí en Europa, y España no es una excepción. La expansión demográfica y geográfica del jabalí adquiere una dimensión global, fomentada por el calentamiento global, colonizando zonas donde antes no existían. Cada año se cazan en Europa tres millones de jabalíes, pero la caza no es suficiente para reducir su población. Por ejemplo, en Cataluña su población se ha quintuplicado en los últimos treinta años y en Andalucía se ha multiplicado por diez desde 1981. Según Rafael Arenas, «los jabalíes cazados por kilómetro cuadrado (densidad de caza) y el número de jabalíes cazados por cada 100 cazadores (éxito de caza) siguen subiendo año tras año a pesar de que el esfuerzo de caza se reduce drásticamente».


La explosión demográfica de los jabalíes en Europa demuestra que la intervención humana en la naturaleza tiene efectos indeseados en muchas ocasiones. El jabalí sigue demostrando su gran capacidad de adaptación a casi todos los terrenos. La doctora Carme Rosell afirma que «la expansión del animal se debe a múltiples causas, y en ellas influyen los cambios del uso del suelo, el comportamiento humano y la biología del animal». Y muchos investigadores coinciden en esta afirmación.

F.S.M.

En los últimos veinticinco años se ha reducido de forma considerable el número de cazadores, disminuyendo el número de licencias, mientras que aumenta el número de jabalíes cazados, de lo que deducen los expertos que está aumentando el número de jabalíes de una forma descontrolada, siendo uno de los factores responsables de esta situación la ampliación de las zonas forestales, favorecida por el abandono de actividades tradicionales de aprovechamiento (pastoreo, carboneo) y el abandono de cultivos, que han dado más espacio al bosque.

Su gran capacidad de adaptación a diferentes ambientes explica su éxito como especie. En el mundo rural es capaz de seguir mostrando su cara de animal astuto, noble y salvaje, enemigo para los agricultores, mientras que en la ciudad se ha congraciado con asiduos de parques y jardines.

Las hembras crían cada año, y su pubertad la consiguen con menos de un año de edad (al cabo de poco más de seis meses), cuando ya pesan treinta kg. La media en la península es de cuatro crías por gestación, aunque estas tasas aumentan si obtienen más alimento. Cuanta más comida tenga, más engorda la hembra y mayor es la tasa de natalidad. Tres cuartas partes de los jabalíes en las juntas de carnes no superan los dos años de edad, aunque pueden llegar a vivir entre diez y once años en libertad. Si no se los cazara la población de estos cochinos se duplicaría cada año, pues no tienen predadores salvajes.

Licencias

Con una relativa normalidad ha comenzado la temporada, la pandemia parece que va disminuyendo y, a no ser que se produzca un indeseado repunte de los casos, nos espera una muy buena temporada montera.

No nos engañemos, cada temporada aumentan en las monterías la calidad y cantidad de las reses. También aumentan el número de cazadores que se apuntan a esta modalidad. El aumento de las zonas monteras, mejores caminos y la abundancia de jabalíes y venados han logrado que esto sea una realidad. Los jabalíes y venados han criado bien en las fincas en las cuales se los ha cuidado. Su aumento en todas las zonas es visible, aun a pesar de los aguardos, cada vez con mayor número de adeptos, que inexorablemente hacen reducir su número. Como efecto negativo, sigue la tendencia, temporada tras temporada, de la disminución del número de licencias expedidas, aunque aumenta el número de reses cobradas.

* Artículo original

Una ilusionante temporada montera

Félix Sánchez Montes
Articulista cinegético

· Tras una temporada muy marcada por el Covid empieza otra con muy buenas expectativas.
· Mientras que la densidad de piezas no deja de aumentar, el número de cazadores es cada vez menor.

Ya metidos de lleno en esta nueva temporada montera, es hora de hacer balance de la temporada anterior y también de hacer las previsiones para esta que ya comenzó, en general, con magníficos resultados.

Ya se ven a los jabalíes en los pinares, encaramarse a los montones de tierra seca y acículas de pino de los hormigueros para revolcarse en ellos, después de esparcirlos. Los grandes macarenos siguen solitarios, si acaso acompañados de algún escudero que los libre de los pasos comprometidos, pasando delante de ellos para avisar de un posible peligro. Las hembras, que han criado muy bien en aquellas fincas que les han brindado comida y tranquilidad, forman pequeñas piaras con sus crías y algunas hembras de camadas anteriores. Es fácil ver en los collados las hozaduras que producen, levantando todo el terreno. Parece que serán los grandes protagonistas de esta temporada.

Los venados ya han terminado el celo, aunque aún se oyen algunos berreando, y presentan, en general, muy buenas cornamentas, resultado de una buena primavera y un verano no demasiado caluroso en gran parte de la península, lo que ha incidido muy positivamente en la calidad de su trofeo y en un mayor grosor, lo mismo se puede decir de los gamos y muflones, cada vez más abundantes a pesar del intento de erradicarlos de muchas zonas al ser considerados especie invasora.

Las primeras monterías y ganchos ya realizados, están demostrando un aumento de las reses abatidas, así como una notable mejora de sus trofeos, debido en mucho de los casos, a la no realización de más del 60% de las acciones de caza mayor la temporada pasada, como consecuencia de las restricciones debidas a la pandemia.

2020/2021. Una temporada marcada por el Covid

Aunque en la temporada 2019/2020 solamente se notó en febrero la pandemia, sus efectos se dejaron sentir muy negativamente en la temporada 2020/2021 con la suspensión de un gran número de monterías y batidas, la reducción drástica del número de puestos y el efecto notable de las medidas de precaución para impedir la propagación del virus, se notó especialmente en la prohibición de desplazamientos.

Cómo era de esperar en un colectivo como el cazador, se dio ejemplo cumpliendo a rajatabla todas las recomendaciones dictadas por los expertos para evitar los contagios, un comportamiento ejemplar y la ausencia casi absoluta de incidentes fue la tónica. Monteros y organizadores cumplieron las normas dictadas, aunque estas desvirtuaron en gran medida lo que es una montería, pero por suerte parece que la pandemia casi ha desaparecido y todo vuelve a una normalidad deseada desde hace más de año y medio.

Aumento de las poblaciones de jabalíes

Un estudio publicado en la edición de abril de 2015 de la revista Pest Management Science por un grupo de expertos de diferentes países, ya puso en relieve la clara expansión del jabalí en Europa, y España no es una excepción, la expansión demográfica y geográfica del jabalí adquiere una dimensión global fomentado por el calentamiento global, colonizando zonas donde antes no existían. Cada año se cazan en Europa tres millones de jabalíes, pero la caza no es suficiente para reducir su población, por ejemplo en Cataluña su población se ha quintuplicado en los últimos 30 años y en Andalucía se ha multiplicado por diez desde 1981. Según Rafael Arenas “Los jabalíes cazados por kilómetro cuadrado (densidad de caza) y el número de jabalíes cazados por cada 100 cazadores (éxito de caza) siguen subiendo año tras año a pesar de que el esfuerzo de caza se reduce drásticamente”.

La explosión demográfica de los jabalíes en Europa, demuestra que la intervención humana en la naturaleza tiene efectos indeseados en muchas ocasiones. El jabalí sigue demostrando su gran capacidad de adaptación a casi todos los terrenos, la doctora Carme Rosell afirma que "La expansión del animal se debe a múltiples causas, y en ellas influyen los cambios del uso del suelo, el comportamiento humano y la biología del animal" y muchos investigadores coinciden en esta afirmación.

En los últimos 25 años se ha reducido de forma considerable el número de cazadores, disminuyendo el número de licencias, mientras que aumenta el número de jabalíes cazados, de lo que deducen los expertos que está aumentando el número de jabalíes de una forma descontrolada, siendo uno de los factores responsables de esta situación la ampliación de las zonas forestales, favorecida por el abandono de actividades tradicionales de aprovechamiento (pastoreo, carboneo) y el abandono de cultivos, que han dado más espacio al bosque.

Su gran capacidad de adaptación a diferentes ambientes, explica su éxito como especie. En el mundo rural, es capaz de seguir mostrando su cara de animal astuto, noble y salvaje, enemigo para los agricultores, mientras que en la ciudad se ha congraciado con asiduos de parques y jardines.

Las hembras crían cada año, y su pubertad la consiguen con menos de un año de edad (al cabo de poco más de seis meses), cuando ya pesan 30 kg, la media en la Península es de cuatro crías por gestación, aunque estas tasas aumentan si obtienen más alimento. Cuanta más comida tenga, más engorda la hembra, y mayor es la tasa de natalidad.

Tres cuartas partes de los jabalíes en las juntas de carnes no superan los dos años de edad, aunque pueden llegar a vivir entre 10 y 11 años en libertad. Si no se les cazara la población de estos cochinos se duplicaría cada año, pues no tienen predadores salvajes.

Tendencia

Con una relativa normalidad ha comenzado la temporada, la pandemia parece que va disminuyendo y a no ser que se produzca un indeseado repunte de los casos, nos espera, una muy buena temporada montera.

No nos engañemos, cada temporada aumenta en las monterías la calidad y cantidad de las reses. También aumenta el número de cazadores que se apuntan a esta modalidad, el aumento de las zonas monteras, mejores caminos y la abundancia de jabalíes y venados han logrado que esto sea una realidad. Los jabalíes y venados han criado bien en las fincas en las cuales se les ha cuidado, su aumento en todas las zonas es visible, aún a pesar de los aguardos, cada vez con mayor número de adeptos, que inexorablemente hacen reducir su número.

Como efecto negativo, sigue la tendencia temporada tras temporada, de la disminución del número de licencias expedidas, aunque aumenta el número de reses cobradas.

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