Que un ser humano celebre la muerte de otro le resta cualquier rastro de humanidad. Hechos que sirven para desenmascarar ante la sociedad a estos radicales y mostrar la verdadera cara del animalismo.
Hace unos días, lamentábamos la muerte de un cazador cuando su tractor volcó y le aplastó. Un suceso que entristece a cualquier persona que demuestre un mínimo de empatía. Pero no sucede lo mismo con los animalistas radicales.
Es lo que ha sucedido en Francia con la asociación Iséroise para la protección de lobos, linces, oso y el pastoreo”. En lugar de dedicarse a construir estrategias para la protección de los animales por los que dicen velar, su manera de actuar es atacar a los cazadores galos.
«Un asesino que desaparece»
Y cuando sucede un accidente como el que se llevó la vida del presidente de los cazadores de Mas-des-Cours mientras araba sus campos, estos animalistas lo celebran en sus redes sociales.
En la publicación que difundieron, podemos leer lo siguiente:
-“Cada arma menos en la naturaleza es buena para la vida, es buena para el planeta. Cada arma, cada rifle menos en la naturaleza, significa vidas salvadas. Vidas de animales, vidas de caminantes, vidas de corredores, vidas de ciclistas de montaña, por cada asesino que desaparece, son vidas salvadas. Y salvar la vida, salvar la biodiversidad, es bueno y vital para el planeta”.
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