Estos cazadores argentinos son capaces de enfrentarse con animales que superan con creces los 200 kilos . Y lo hacen únicamente con el auxilio de sus perros.
El enorme jabalí superaba los 240 kilos. Fue abatido en el límite de las provincias de Mendoza y San Luis, una zona cercana al centro geográfico del país.
Además de grandes en tamaño, estos jabalíes lucen enormes navajas.
El jabalí vendió bien cara su derrota
El gran jabalí fue abatido después de más de dos horas de persecución por parte de cazadores y perros. A las 11 de la mañana, ya cuando iban a regresar al vehículo debido a las altas temperaturas, detectaron el rastro de un cochino que se había estado alimentando durante la noche en un tunar. Se trata de la única zona donde los animales pueden alimentarse e hidratarse, debido a la ausencia de puntos de agua al tratarse de un clima semidesértico.
Los siete perros, dogos argentinos y cruces de esta raza con galgos, siguieron el rastro del cochino hasta su lugar de encame, en un zona de maleza a 2 kilómetros del tunar. Atendiendo a las huellas que había dejado en la arena, tenía que ser enorme.
Excepcional equipo de dogos argentinos formado por jóvenes y ejemplares experimentados.
Una carrera de más de 2 kilómetros a 40 grados
Los valientes canes lograron levantar al macareno de su lugar de encame después de varios minutos de dura lucha. El enorme cochino intentó escapar, pero era perseguido a escasa distancia por los perros. Tras dos kilómetros de persecución, lograron detenerlo. Y se produjo el agarre. Los tres cazadores se lanzaron en veloz carrera. Había que llegar a la mayor brevedad posible al escenario de la batalla. Pasados 20 minutos, llegaron al lugar del agarre.
Los perros y el jabalí parecían haber firmado una tregua
Allí hallaron al enorme cochino y a los perros agotados. El chancho, aún con vida, se encontraba sentado sobre sus cuartos traseros mientras los siete perros permanecían tumbados junto a él. Agotados por los más de 40 grados que marcaba el termómetro en ese momento. Los canes, al ver llegar a los tres cazadores, se abalanzaron de nuevo sobre el jabalí, permitiendo su remate a cuchillo con seguridad.
Precioso dogo argentino llamado Gorka, experto en la caza de grandes jabalíes.
Más de cuatro kilómetros cargando con el jabalí
El calvario de los dos compañeros de Mauricio, comenzó en el momento en el que este, taxidermista de profesión, dada la belleza del ejemplar, decidió inmortalizar su corpulento cuerpo. Pese a que fue eviscerado, el cochino, según el cazador pesaba, una muchísimo. Ayudados por una manta que uno de los cazadores llevaba en su macuto, lo arrastraron tirando de una cuerda atada a su boca. Eran más de cuatro kilómetros tirando de esta mole, distancia a la que estaba aparcado el vehículo.
Después de casi dos horas de duro esfuerzo, lograron alcanzar al automóvil.
Aunque resulte difícil de creer, no se trata del mayor ejemplar abatido por el cazador argentino Mauricio Szostak a lo largo de su trayectoria venatoria. Ha capturado varios ejemplares a la espera o auxiliado por sus perros que han superado los 300 kilos de peso. Y nos envía alguna foto de estos animales.
Otro ejemplar cazado con dogo y cuchillo en Argentina.
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