miércoles, 28 de junio de 2023

Emergencia cinegética en 253 municipios de Castilla y León: la Junta permitirá los visores nocturnos para cazar jabalíes.

Origen: Diario de Castilla y León 

Una jabalina busca alimento en el monte junto a su camada de rayones. PQS / CCO
SANTIAGO G. DEL CAMPO

Medio Ambiente ultima un plan de control de la especie para disminuir su población y combatir así la propagación de la tuberculosis.

La Consejería de Medio Ambiente declara la guerra al riesgo de peste porcina y a los reservorios de tuberculosis en la fauna silvestre con un plan de gestión del jabalí. Una estrategia que permitirá el uso de dispositivos tan letales como los visores nocturnos y térmicos, miras telescópicas de última generación que facilitan un disparo certero. También se establecen otras medidas para la captura de ejemplares como la ampliación del periodo hábil de caza de estos animales, prolongándolo desde el 1 de abril hasta el cuarto domingo de febrero, el permiso para utilizar cualquier modalidad de caza mayor o no limitar el número de perros que participen en la caza a gancho o batida, entre otras.

Además de la Orden que regulará el plan, con una serie de medidas para facilitar la caza de esta especie, otra norma aparte declarará la emergencia cinegética en distintos términos municipales de cinco provincias de la Comunidad, zonas categorizadas por sus respectivas unidades veterinarias como de especial riesgo o de riesgo moderado de tuberculosis.

En estas zonas la presión de la caza será más intensa.La provincia con la lista más extensa de estos pueblos coincide con la de mayor prevalencia de tuberculosis bovina, transmitida por estos animales silvestres. Se trata de Salamanca, con 144 términos municipales que entrarán en la alerta cinegética, correspondientes a las unidades veterinarias de Béjar, Ciudad Rodrigo, La Fuente de San Esteban, Tamames y Vitigudino. Le sigue Ávila, con 80 municipios de las unidades de Arenas de San Pedro, Candeleda, Cebreros, El Barco de Ávila, Navaluenga, Navarredonda de Gredos, y Sotillo de la Adrada, así como Segovia, con 13, todos en la zona de Villacastín; Palencia, con 9, en Cervera de Pisuerga y León, con 7, todos en la zona de Riaño.

La nueva norma facilitará a los titulares de cotos de caza realizar controles poblacionales de jabalí en las modalidades de gancho y espera o aguardo con una simple comunicación, y de ese modo no tengan que esperar, como hasta ahora, a tener respuesta de la Administración al respecto. Además, se podrá cazar en cualquier parte del coto, sin establecer una superficie mínima para el desarrollo de monterías y ganchos, pudiendo repetirse acciones de caza sobre manchas previamente cazadas, según la información de la Administración autonómica a que ha tenido acceso este periódico.

Por otro lado, en todo el territorio castellano y leonés, los cazadores podrán utilizar cámaras de fototrampeo y aportes de alimentación suplementaria, para incrementar la eficacia de los aguardos, esperas, monterías y ganchos. También se facilitará la erradicación de híbridos, con el control sobre ejemplares de cerdo vietnamita y suidos asilvestrados. Antes de la publicación del decreto se abrirá, en los próximos días, el trámite de información pública que se prolongará durante quince días, para dar audiencia a los interesados, las Opas y todos los agentes del sector. Después, la Junta tiene la intención de publicar el decreto en el menor plazo posible.

EMERGENCIA

«Se trata de una Orden que aprueba el Plan de gestión del jabalí y una Orden de emergencia para determinados municipios», explica el director General de Patrimonio Natural y Política Forestal, José Ángel Arranz. «El Plan de gestión del jabalí es para toda la Comunidad, con más medidas para reducir o controlar la población de jabalí en toda Castilla y León, y luego hay una segunda parte que aprueba un plan de emergencia que es para municipios con más riesgo, sobre todo, de prevalencia alta de tuberculosis. Son unas medidas excepcionales y adicionales y en las que se aplica ese plan de emergencia cinegética, donde se permiten más medidas».

En cuanto a la conveniencia de impulsar este plan ahora, y no antes, Arranz asegura que ya se estaban tomando medidas, pero «tras la publicación de la ley, se pueden declarar este tipo de emergencias cinegéticas, y el Ministerio sacó unas directrices para la gestión del jabalí, una estrategia nacional, que nos habilitaban para poner en marcha estos instrumentos», aclara el director general. Una normativa que se puso en marcha a raíz de los brotes de peste porcina que hubo en Europa hace meses.

«Ahora vamos a tomar medidas extraordinarias, y este es el plan para articularlas de forma más general». Arranz hace hincapié en que estos planes responden a unas medidas recomendadas unánimemente por los expertos internacionales de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (Efsa), de reducir el tamaño de las poblaciones de jabalí en el ámbito de la Unión Europea, con el fin de mitigar el riesgo de propagación de enfermedades. «Las especies cinegéticas ya se estaban gestionando, pero hay que tener en cuenta que en muchas zonas se está cazando menos, por el tipo de hábitat de ahora favorece la presencia de estos animales, están creciendo más, se caza menos, y hay poblaciones más altas de animales silvestres. Eso es lo que lleva a tomar estas medidas más estrictas para atajar su crecimiento», apunta el director general de Patrimonio Natural.

Eso sí, en cuanto a si este control cinegético se podrá llevar a cabo algún día sobre el lobo, asegura que por ahora ese tema «está absolutamente bloqueado, de momento. Desde la Unión Europea nos dicen que este es un problema nacional, ya no es un problema de las directivas europeas, sino del Ministerio, que si es un problema interno lo solucionemos internamente». Por eso «estamos o bien a la espera de sentencia, porque se recurrió a la Audiencia Nacional, o bien a la espera de un cambio de gobierno que permita revertir la situación».

El control del jabalí permitirá paliar otros efectos no deseados de la especie como son el aumento de los accidentes de tráfico provocados por su irrupción en las carreteras y el incremento de los daños en explotaciones agrícolas, además de los ya mencionados como una mayor dificultad de control de determinadas epizootias (epidemias de los animales) y zoonosis (enfermedades transmisibles al ser humano).

En la Conferencia Sectorial de Agricultura de 19 de marzo de 2019 se acordó que las comunidades autónomas, en el marco de sus competencias, desarrollarían actuaciones para regular y, si es posible, disminuir las poblaciones de jabalíes donde se estime que provocan un grave impacto en la seguridad vial y de las personas, la salud pública, la agricultura, el medio ambiente o la sanidad animal. La Ley 4/2021, de 1 de julio de Castilla y León, de Caza y de Gestión Sostenible de los Recursos Cinegéticos, sirve de titulo habilitante para la aprobación de las dos figuras contenidas en la Orden, según informa la Consejería de Medio Ambiente.

En virtud el plan de gestión del jabalí, los titulares cinegéticos de los más de 5.500 cotos de caza de la Comunidad podrán redactar o modificar los planes cinegéticos para adaptarlos a la nueva realidad poblacional, para que en estos instrumentos se contemplen las distintas medidas.

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