Un hombre se llevó a casa una cría de corzo para «protegerla». Sin duda una acción fruto del desconocimiento.
Cada año, cazadores, guardas y demás personas vinculadas al medio rural, recuerdan que no se debe tocar-y mucho menos coger- las crías de corzo. Pese a las advertencias y los esfuerzos que se llevan a cabo para evitar esta acción, siempre hay alguien que cae en la tentación, poniendo en peligro al animal.
El desconocimiento y el animalismo van de la mano
Si se hace tanto hincapié en que no se debe tocar ni coger corcinos es porque hacerlo, en la mayoría de los casos, termina con sus vidas. Para algunas personas encontrarse un corcino aparentemente sólo es un problema que hay que solventar. ¡Error! El corcino no está solo, su madre está vigilándolo y si no se encuentra a su lado es para evitar que el olor a corzo adulto atraiga a los depredadores.
Cuando una persona toca una cría de un animal, ese ejemplar corre el riesgo de ser rechazado por su madre al no reconocerlo como propio. En el caso de los corcinos, además, necesitan de su madre para sobrevivir. Por esta razón si son llevado a una casa, por muchos cuidados que se les pueda dar, en la mayoría de las ocasiones acabarán muriendo.
Esto, personas que desconocen la fauna y sus costumbres, no lo saben. Entre estas personas se encuentran muchos “animalistas”. No es la primera vez que esta gente, que abanderan ser los salvadores de los animales, les causan la muerte.
Hace varios años, la conocida Reserva Wild Forest de Barcelona, apartó a un corcino de su madre para llevarlo a sus instalaciones y, como era de esperar, murió. No les bastó con cometer el error, sino que lo publicaron en sus redes sociales como si de un acto heroico se tratara. Una asociación que, como otras tantas, tacha de criminales a los cazadores, cuando son precisamente ellos quienes conocen y velan realmente por el bienestar de la fauna salvaje.
También en ocasiones nos encontramos este desconocimiento de las peculiaridades de la biología del corzo en la población rural de las zonas de reciente colonización. En estos casos, pastores y agricultores recogen estos corcinos para confiar su amamantamiento a una oveja o una cabra, con lo que el animal acaba su vida en dos o tres días presa de diarreas y distintas enfermedades intestinales.
Uno de los errores más comunes
Guarderío de Medio Ambiente devolvió al corcino al mismo lugar de donde el hombre se lo había llevado. Publicaron el vídeo en su cuenta de Twitter y aprovecharon para recordar que se trata de un error aunque se haga con la mejor de las intenciones.
Una paseante de Ezkurra recogió y se llevó a casa a este corcino para protegerlo.@Guardas_na lo devolvieron al mismo punto. A pesar de la buena intención, es un error. No está solo, su madre lo vigila desde cerca los primeros días para que el olor adulto no atraiga depredadores pic.twitter.com/lzrHIEYOkF— Basozainak / Guarderío de Medio Ambiente (@Guardas_na) June 12, 2023
Si te lo llevas, morirá
La Asociación del Corzo Español (ACE), es una entidad conocida por su compromiso con el corzo en nuestro país.
Cada año, al inicio de la época de cría de esta especie, ACE lanza el Proyecto Corcino cuyo lema es “si te lo llevas, morirá”. El fin de este proyecto no es otro que concienciar a la gente del riesgo que supone llevarse a los corcinos del campo y contribuir así, a reducir el número de muertes.
Hay que tener siempre presente que los corcinos en cautividad, incluso en el improbable caso de que sobrevivan, son muy difíciles de sacar adelante, por lo que capturarles significa condenarles a una muerte casi segura y que los pocos que lo lograrán no son aptos para ser reintroducidos en la naturaleza, ya que se han habituado a los seres humanos y han perdido su instinto de defensa y huida.
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