lunes, 2 de noviembre de 2020

El Manifiesto de la Montería, revisado. Artículo de Paco León en ABC de la Caza, con una de mis fotografías. 2 de noviembre de 2020.


El Manifiesto de la Montería, revisado

Las actualizaciones inciden en aumentar la seguridad y en evitar malas prácticas que han abundado en los últimos tiempos

Paco LeónActualizado:02/11/2020

Fotografía de Félix Sánchez Montes.

En este noviembre que entra, inmerso en un otoño optimista tan solo para nuestros campos, y ya de lleno en la temporada de caza más atípica que recordaremos, verá la luz la revisión del Manifiesto de la Montería.

El Manifiesto de la Montería es un compendio de recomendaciones que vienen a resumir los ingredientes imprescindibles para montear como mandan los cánones. Estas recomendaciones están dirigidas a organizadores, monteros y rehalas. Entre ellas encontramos referencias a la seguridad, actitud ante la montería, respeto y atención a las recovas y al capitán, comportamiento en el puesto, etcétera. Recomendaciones que no por ser pautas habituales o básicas han de caer en desuso, sino que por el contrario debemos repetir como un mantra.

Surgió en un momento en el que comenzó a preocupar, tal como dice el propio texto en la declaración preliminar, el riesgo de devaluación de los principios tradicionales que dieron secularmente a la montería su singularidad y carácter. Los autores fueron Pedro González de Castejón, el marqués de Valdueza y mi padre, Francisco León Jiménez, quien además redactó el texto una vez consensuado. El manifiesto fue firmado en octubre de 1994 por la Delegación Española del Consejo Internacional de la Caza (CIC), la Real Federación Española de Caza, la Junta Nacional de Homologación de Trofeos de Caza y el Real Club de Monteros.

Un cuarto de siglo

La ética del cazador es y ha de ser plenamente personal. Sin embargo, al ser la montería la modalidad de caza más social y por tratarse de una caza en equipo, adquiere aún más importancia. Sin duda el Manifiesto de la Montería muestra la senda correcta y sensata hacia una montería ética y segura, y lo hace de la mano de los propios monteros en base a la experiencia y tradición de siglos de historia.

El pasado año, coincidiendo con el XXV aniversario del texto, se creó una mesa de trabajo para revisar y actualizar el manifiesto. Esto se hizo siguiendo el espíritu del mismo, que insta a la participación de los cazadores a vigilar las prácticas monteras y además reconoce que la montería puede evolucionar junto a sus circunstancias. Tuve el enorme honor de participar en dicha mesa. Si bien el manifiesto siempre ha sorprendido en su relectura por lo sencillo, completo y lo apropiado de cada uno de sus puntos, se han añadido varias recomendaciones y puntualizaciones referentes sobre todo a la seguridad y a incidir sobre la necesidad de evitar ciertas malas prácticas que han abundado en los últimos tiempos. También se ha introducido una diferenciación entre tipos de rehalas.

El Manifiesto de la Montería ha sido y debe seguir siendo la Carta Magna de los monteros. Creo firmemente que cada montero debería releerlo al comienzo de cada temporada e incluso se debería dar un ejemplar a cada participante en toda junta montera. Sería muy conveniente asimismo que cada joven morralero lo conozca en profundidad antes de su noviazgo y la obtención de su título de montero. Este manifiesto pertenece a todos los monteros y debe ser su obligación, tal como indica el texto en su declaración final, el promoverlo, solicitar su adopción, mantenerlo y fomentarlo.

El Manifiesto de la Montería revisado será presentado, editado (con ilustraciones de Barca) y difundido por Mutuasport durante el mes de noviembre.

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