sábado, 20 de marzo de 2021

Navarra no necesita cazadores profesionales. Diario de Navarra. 20 de marzo 2021.

 Origen

Carlos Irujo


Malestar ha creado entre los cazadores navarros la petición de Navarra Suma de considerar la regulación de la caza como una práctica deportiva y la solicitud de que la nueva ley de caza incluya la figura del cazador profesional como medida de control de la fauna. El considerar la caza como algo deportivo es un error, ya que esta es una actividad que realiza el hombre desde la prehistoria, la cual solo es deportiva cuando se realiza con espíritu competitivo a través de campeonatos donde se premia al que caza más ejemplares en menos tiempo, siendo esto la antítesis de lo que es la caza social y natural que se practica en nuestra Comunidad mediante un aprovechamiento sostenible de las poblaciones cinegéticas. El mejor cazador no es quien más caza abate, sino quien mejor entiende el medio y las especies que lo habitan, mostrando un verdadero respeto por la naturaleza y los animales cazados.

Esto no lo decimos nosotros, sino que así está dispuesto en la Constitución, en el Amejoramiento del Fuero y en la Ley de Caza y Pesca de Navarra. La caza social se regula en el Departamento de Medio Ambiente, y la deportiva o competitiva en el de Deporte y Juventud. El problema de los conejos de la margen derecha del Ebro está ocasionado en gran parte por las dificultades que se están poniendo en actuar en zonas valladas como la autopista, la autovía y los canales de riego, donde está prohibida la caza y donde se guarecen estos animales, pudiéndose mejorar con una mayor implicación de la Administración en autorizar a las sociedades locales de cazadores a actuar en estas zonas. Y, por supuesto, con la colaboración de las entidades que los gestionan, que en algunos casos ponen pegas para ello.

A entender de ADECANA hay que diferenciar la gestión modélica que se hace en unos cotos donde gracias a la colaboración de Medio ambiente, agricultores y ayuntamientos, y a una responsabilidad y colaboración compartida entre todos los implicados consiguen mantener las poblaciones de conejos bajo control, y otros donde están desbordados por la situación en la que la gestión es manifiestamente mejorable, necesitando ayuda externa para combatirlos. Pero para esto no necesitamos cazadores profesionales que desvirtúen lo que debe ser la caza natural, sostenible, y social que tenemos en nuestra Comunidad. Es una sinrazón el pretender encargar a alguien ajeno esta labor con el costo que ello supondría cuando los propios cazadores lo hacemos de forma gratuita y altruista.

Esto no es algo nuevo, ya que lo mismo se ha propuesto por una determinada organización sin resultado alguno en otras comunidades, pretendiendo crear un grupo de cazadores de elite, por supuesto elegidos por ellos mismos, para que puedan ir por cotos ajenos a cazar sin su consentimiento, y esto es algo que los cazadores navarros no vamos a aceptar, ya que para colaborar en la gestión de estos daños están los socios de los propios cotos afectados. Y si ellos solos no pueden con ello, tienen a su disposición a un colectivo de 25.000 cazadores dispuestos a ayudar a nuestros compañeros en lo que haga falta. El fundamentar la necesidad del cazador profesional en que el colectivo es cada vez más reducido se soluciona tomando medidas a favor del relevo generacional, incluyendo en la formación medioambiental de nuestras escuelas lo que es la caza natural como instrumento de gestión de las poblaciones de fauna cinegética, su integración en el mundo rural y su importancia social y económica, tal como ocurre en los países europeos más avanzados incluyéndola en el curriculum escolar. Actualmente unos de los grandes problemas que tiene la caza es la falta de información y formación veraz, científica y sin prejuicios que sobre ella tienen los jóvenes, y su falta de promoción institucional.

Carlos Irujo, presidente de ADECANA.

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